Mantener el paso

—¡Mira! Ahí vienen —señaló el padre de Isabella, apuntando a la calle por donde avanzaba el desfile.

La niña podía oír el ruido de los tambores a una cuadra de distancia. Ella buscó a su hermano. Todos los estudiantes de la banda de su escuela usaban uniformes y sus sobreros cubrían sus frentes.

—Todos se ven iguales —comentó Isabella—. ¿Cómo voy a encontrar a Max?

—Max estará en la fila con los demás chicos que tocan el trombón —contestó papá.

Cuando la banda se acercó, el bastonero se dio la vuelta y marchó para atrás, con su cara frente a la banda. Tocó un silbato y luego agitó su bastón en el aire. La banda comenzó a tocar una canción. El bastonero volvió a darse la vuelta y marchó nuevamente hacia adelante, sin equivocarse ni un solo paso.

Izquierda, derecha, izquierda, derecha. Isabella trató de marcar el ritmo con sus pies.

—Mira, papá —indicó mientras marchaba en su lugar—. Estoy practicando para cuando sea mayor —la niña encontró a su hermano cuando su fila pasó frente a ella—. ¡Hola, Max! —gritó mientras batía los brazos. Él no dejó de mirar al frente, tocando su trombón y marchando al ritmo de la música. Los pies de Isabella perdieron el ritmo y dejó de marchar—. Papá, ¿por qué Max no me saludó? —preguntó decepcionada.

—Max tiene que estar enfocado en el bastonero para que sepa cómo marchar y cuándo tocar —explicó su padre.

Isabella sonrió.

—¡Eso me recuerda a lo que hablamos ayer en el devocional! Conversamos sobre cómo debemos permanecer enfocados en Jesús y confiar en Él para que nos ayude a demostrar Su amor a los demás.

Papá asintió.

—Así como el bastonero dirige a la banda, Jesús nos guía para que vivamos en Su amor. Él nos dio el Espíritu Santo que nos ayuda a mantener el paso con lo que Jesús quiere que seamos como Sus hijos. Así no nos desviaremos por las cosas que pueden distraernos o tentarnos a pecar.

—¿Así como Max no deja que nada lo distraiga?

—Exactamente —respondió su padre—. Él se mantuvo enfocado en el bastonero y confió en que él guiaría a toda la banda en lo que tenían que hacer.

Isabella oyó que venía otra banda.

—Quiero practicar el ritmo de la marcha —expresó.

—¿Con las bandas? —preguntó papá.

—Con Jesús —declaró Isabella, y comenzó a marchar.

MARIE CLEVELAND

MANTÉN EL PASO CON JESÚS

VERSÍCULO CLAVE: GÁLATAS 5:25 (NBV)

PUESTO QUE VIVIMOS POR EL PODER DEL ESPÍRITU, SIGAMOS LA DIRECCIÓN DEL ESPÍRITU.

¿Estás marchando al ritmo del amor de Jesús en tu vida? Para mantener el paso con Jesús, primero tienes que confiar en Él para que perdone tus pecados. (Haz clic aquí para que conozcas las Buenas Nuevas que Dios tiene para ti). Entonces Su Espíritu Santo vivirá en tu corazón y te guiará en tu nueva vida con Él. Confía en Jesús como tu líder y mantén tu enfoque en Él.

Clave de Hoy
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