Una invitación especial

Sofía suspiró mientras llenaba el último de los sobres.

—Ya terminé, mamá. Las invitaciones para la reunión del vecindario están listas para irse.

—Gracias, hija —expresó su madre—. ¡Has sido de gran ayuda! Nuestro comité de planificación pensó en mandar las invitaciones solo por correo electrónico, pero decidimos que las invitaciones de papel ayudarían para que todos sepan cuánto queremos que vengan.

Sofía sonrió.

—Me parece una excelente idea: organizar una fiesta e invitar a todos los que solían vivir en el vecindario y se mudaron a otro lado. Espero que vengan muchas personas. Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que vi a algunos de los niños con los que solía jugar.

Cuando llegó el día de la reunión, Sofía y su familia se unieron a la multitud en el parque del vecindario, donde se realizó la festividad.

—¡Ahí están el señor y la señora Madera! —exclamó Sofía—. ¡Y Julia está con ellos!

Todos fueron rápidamente a saludar a los Madera, que antes vivían en la casa vecina. Después papá vio al señor Yépez, quien fue el director de la escuela. Mamá fue a saludar a la señora Burgos, que había estado en su estudio bíblico muchos años antes, y Sofía vio a una niña con la que había ido a la escuela, antes que ella se mudara.

Esa noche, Sofía y sus padres conversaron sobre todos los viejos amigos que pudieron ver.

—Esperaba que la familia Sánchez viniera —comentó Sofía—. Quería ver otra vez a las gemelas —la niña frunció el ceño—. Me preguntó por qué no habrán venido. Tal vez no recibieron la invitación.

—Estoy segura de que hay buenas razones por las que algunos que recibieron sus invitaciones no pudieron venir —opinó su madre.

—Supongo que sí —admitió Sofía—. No entiendo cómo pueden simplemente ignorar una invitación para un evento tan divertido.

—Sí fue muy divertido, ¿verdad? —declaró papá—. Esto me recuerda a otro evento al que hemos sido invitados, ¡un evento que definitivamente no queremos perdernos!

—¿Cuál es ese evento? —preguntó Sofía—. No he visto ninguna invitación en el correo.

Su padre tomó la Biblia que estaba en la mesa de la sala y la sostuvo en alto.

—¡Nuestra invitación está aquí! Jesús nos invita a todos a acercarnos a Él para que recibamos el perdón por nuestros pecados y tengamos vida eterna, y quienes acepten esta invitación serán parte de una reunión mucho más grande algún día, una reunión de todos los hijos de Dios en el cielo. Tenemos que asegurarnos de aceptar esta invitación.

L. ANNE SIEGRIST

JESÚS TE INVITA A ACERCARTE A ÉL

VERSÍCULO CLAVE: JUAN 6:37

AL QUE VIENE A MÍ, DE NINGÚN MODO LO ECHARÉ FUERA.

¿Has aceptado la invitación de Jesús para confiar en Él como tu Salvador? Todos los que la acepten, estarán con Él y con todos los demás cristianos en el cielo. ¡Qué gran celebración será! No te conviene rechazar esta invitación. Acéptala hoy mismo y acércate a Jesús para que recibas el perdón y la vida eterna. (Haz clic aquí para que conozcas las Buenas Nuevas que Dios tiene para ti).