Un paso a la vez
Eloísa observó a su hermana mayor cuando salió de la casa.
—¿Por qué no puedo ir a la biblioteca con Maya? —preguntó—. Puedo ver libros mientras ella estudia.
—Hija —le dijo su madre pacientemente—, falta poco para tu hora de dormir, y Maya regresará en un par de horas.
—¡Pero no es justo! ¡Quiero ir con ella!
—Tienes solo ocho años —agregó su madre—. Maya está en el bachillerato. Cuando tengas su edad, podrás hacer más cosas.
Eloísa frunció el ceño, pero siguió leyendo su libro. Un rato después, mamá se levantó del sillón.
—Es hora de ir a dormir —indicó.
Cuando Eloísa se levantó, empezó a quejarse otra vez.
—Maya tiene su propio celular, su computadora y puede ir a todos lados cuando quiere.
La madre se detuvo frente a las gradas.
—Hija, cuando eras bebé, subías estas gradas con mucho cuidado, con tus manos y rodillas. Después me tomabas muy fuerte de la mano para que yo pudiera ayudarte. ¿Lo recuerdas?
Eloísa rio y negó con la cabeza.
—No, pero los niños chiquitos de la iglesia lo hacen. Son tan lindos.
—Ahora ya eres más grande —continuó mamá—, y puedes subir las gradas sin problemas. Físicamente puedes hacer mucho más ahora que cuando eras bebé. Así es como Dios nos creó. Y así es como Él quiere que crezcas en otras áreas también. Gradualmente podrás hacer más y más cosas.
—¿Más cosas como Maya? —preguntó Eloísa.
Mamá asintió.
—Sí, ¡pero mira todo lo que ya haces! La semana pasada te quedaste a dormir en la casa de tu amiga, Carmen. Ahora montas tu bicicleta en la calle. Caminas hasta la parada del autobús con los niños del vecindario. Cuando tenías dos años, no podías hacer todas esas cosas, ¿verdad? —Eloísa negó con la cabeza—. Dios nos creó de tal manera que no tengamos que aprender todo a la vez —aseguró su madre—. Solo debemos dar un paso a la vez. ¡Hasta Jesús tuvo que hacerlo cuando se hizo humano! Tuvo que crecer, al igual que nosotros. Confía en que Él te ayudará a ser paciente mientras esperas para poder hacer todas las cosas que Maya hace. ¡Más bien, enfócate en las cosas que sí puedes hacer ahora!
DEAN KELLEY
TEN CONTENTAMIENTO EN TU NIÑEZ
VERSÍCULO CLAVE: ECLESIASTÉS 3:11 (NTV)
DIOS LO HIZO TODO HERMOSO PARA EL MOMENTO APROPIADO.
¿Quisieras poder ser mayor de lo que eres ahora? Recuerda que Dios tiene un momento para todo. Incluso Jesús tuvo que aprender y crecer como un bebé y luego hacerse niño, antes de ser un hombre. Confía en que el Señor te ayudará a ser paciente y te enseñará lo que Él desea que aprendas en esta etapa de tu vida. En lugar de enfocarte en lo que todavía no puedes hacer, disfruta las cosas que Él tiene para ti en la edad en que te encuentras ahora.
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