Más importante que un sapo

Luciana se secó el sudor de la frente.

—¿Podríamos tomar un descanso? Tengo tanta sed que podría tomarme un vaso gigante de limonada.

–Estamos a punto de terminar —contestó su madre—. ¿Terminaste de arrancar las malas hierbas en tu sección del jardín de flores?

Luciana se puso de pie y estiró su espalda.

—Acabo de terminar.

—Buen trabajo —le felicitó mamá. Cuando regresó a mirar el suelo, dio un grito ahogado de asombro y le hizo señas a su hija—. Apresúrate, ¡ven rápido!

Luciana se apuró y se puso de rodillas. La niña miró fijamente la base de un rosal, donde su madre apuntaba algo con el dedo. Tan pronto como Luciana vio el sapo, sus ojos se iluminaron de gusto.

—¡Oh, guau! Es tan grande. Voy a llamarlo Gran Fred.

Mamá sonrió.

—Me gusta mucho ese nombre.

Luciana se inclinó hacia adelante para ver más de cerca al sapo color marrón. Podía ver cómo sus costados palpitaban cuando respiraba. Después de un momento, la niña se dirigió a su madre.

—¿Crees que a Dios le importe el Gran Fred?

—Esa es una buena pregunta —respondió mamá—. La Biblia nos dice que Dios cuida de los gorriones. Eso significa que cuida también a los demás animales.

—Además, él hizo todos los animales —agregó Luciana—. Y como Él los hizo, entonces deben ser importantes para Él.

Su madre se puso de pie lentamente.

—Eso es verdad. Pero ¿sabes quién también es importante para Dios?

—¿Quién? —preguntó Luciana.

—¡Tú, por supuesto! —mamá extendió su mano y ayudó a su hija a ponerse de pie—. Dios creó muchas cosas espectaculares. Piensa en todas las hermosas cascadas, las montañas majestuosas y los animales asombrosos. Pero Dios se preocupa más por las personas. Él nos ama tanto que Jesús se hizo uno de nosotros, para que pudiéramos ser salvos del pecado y vivir con Él para siempre.

—Eso de verdad me hace sentir importante —expresó Luciana.

Su madre asintió.

—Bueno, ¿estás lista?

Luciana miró a su mamá con una expresión de curiosidad.

—¿Lista para qué?

—¡Para la limonada! Es una excelente idea.

Mientras Luciana y su madre caminaban hacia la casa, la niña se despidió del Gran Fred y sonrió cuando lo vio irse brincando.

—Me alegra mucho que a Dios le importe el Gran Fred —señaló Luciana—. Y que también cuida de mí.

MARCOS Y MEGAN WAINWRIGHT

DIOS CUIDA DE TI

VERSÍCULO CLAVE: 1 PEDRO 5:7

ECHANDO TODA SU ANSIEDAD SOBRE ÉL, PORQUE ÉL TIENE CUIDADO DE USTEDES.

¿Sabías que eres importante para Dios? Él cuida de toda Su creación, pero tú eres más importante para Él que cualquier planta o animal. Dios creó a las personas a Su imagen y, cuando nos rebelamos y nos separamos de Él, Jesús se hizo humano y murió por nosotros, para que podamos tener vida eterna con Él. Tanto así te ama. Recuerda siempre lo importante que eres para Dios.