La ayuda de un experto
—¡Oye, mamá! ¡Mira! —Perla sostenía en alto un cartón de leche—. Rogelio y yo queríamos tomar un vaso de leche, ¡pero está casi congelada!
—Qué raro —comentó su madre mientras echaba un vistazo a la nevera—. ¡Oh, no! Tenemos un problema. Hay más cosas que también están congeladas.
—¿Deberíamos mover el refrigerador de la pared? —preguntó Rogelio—. Si veo lo que hay detrás, quizá pueda ver cuál es el problema.
Perla rio.
—Lo dudo. No sabes ni pío de cómo funciona una nevera. ¡Necesitamos a un experto!
—Así es —afirmó mamá—. Mañana llamaré al técnico.
Al día siguiente, cuando Perla llegó a la casa después de la escuela, tomó un cartón de leche del refrigerador y lo sacudió.
—Supongo que ya vino el técnico —le dijo a su madre mientras sacaba un vaso del armario—. Me alegra que hayamos llamado a un experto y no hayamos tratado de arreglar la nevera nosotros mismos —la niña suspiró—. Quisiera conocer a un experto para que me ayude a arreglar un problema que tengo. Me cuesta tanto llevarme bien con Marcia y Sara, pero ellas no se caen bien y las dos quieren que yo me ponga de su lado.
—Conozco a un experto que te puede ayudar —aseguró mamá.
Perla se quedó sorprendida.
—¿En serio? ¿Quién es?
—Dios —respondió la madre—. Cuando tenemos problemas, muchas veces nos olvidamos de preguntarle a Dios al respecto y tratamos de resolverlo nosotros mismos. Debemos orar y pedirle al Señor que nos ayude.
—Bueno, pero… —Perla dudó—. He oído eso antes y siempre suena como si mis problemas tuvieran que desaparecer si oro por ellos. Pero no funciona así… al menos no para mí.
—Para mí tampoco —contestó mamá—. Pero a veces Dios sí cambia las circunstancias que nos preocupan. Otras veces nos muestra cómo manejarlas. No siempre nos da una revelación repentina de qué hacer, pero si confías en el Señor y dependes de Él, te guiará para que sepas qué hacer y te dará la fuerza para hacerlo. Jesús siempre está con nosotros y promete que nos ayudará con todos nuestros problemas. Puede que use lo que has aprendido en la Biblia para ayudarte o utilizará a personas que te darán consejos.
Perla sonrió.
—Está bien. Tú dices que Dios usa a las personas. Esto es lo que pasó hoy…
WANDA E. BRUNSTETTER
DEJA QUE DIOS TE AYUDE CON TUS PROBLEMAS
VERSÍCULO CLAVE: PROVERBIOS 3:5
CONFÍA EN EL SEÑOR CON TODO TU CORAZÓN, Y NO TE APOYES EN TU PROPIO ENTENDIMIENTO.
Cuando tienes un problema, ¿buscas a Dios, el mayor experto de todos los tiempos? ¿O tratas de resolverlo tú solo? Jesús se preocupa por todo lo que pasas en tu vida y quiere ayudarte con tus problemas. Conversa con Él sobre ese problema que tienes. Después acude a la Biblia para buscar ayuda y habla de ese problema con un adulto de confianza. Confía en que Dios te guiará para que sepas qué hacer en el tiempo oportuno.
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