Juntos para siempre

Malaquías estaba apilando bloques son Anya, su hermanita de dos años. Ese día, la tía Talía los estaba cuidando mientras el tío Miguel ayudaba a los padres del niño a empacara para su mudanza la siguiente semana. Malaquías comenzó a poner ubicar los bloques para formar una casa; armó cuatro paredes y dejó espacio para una puerta.

—Tía Talía —le dijo—, esto se parece a nuestra nueva casa.

—¡Me encanta! —exclamó la tía Talía.

—Pero todavía necesita un techo —respondió Malaquías con expresión confundida—. Pero no sé cómo hacer uno en forma de triángulo como el de la nueva casa.

—¿Qué tal si usas un libro abierto? —le preguntó la tía Talía—. Anya, ¿puedes encontrar un libro rojo?

Después de caminar muy alegre hacia el librero, Anya trajo de regreso un libro rojo.

—Libro rojo —dijo con una sonrisa.

La tía Talía tomó el libro, lo abrió un poco y lo puso con delicadeza encima de las paredes que Malaquías había construido. En ese momento entraron mamá, papá y el tío Miguel. El niño les hizo señas para que vieran los bloques.

—¡Hicimos una mini casa con un pequeño techo rojo!

—Hiciste un muy buen trabajo —opinó su padre—. Lamentablemente, es hora de volver a nuestra casa porque ya es de noche.

Anya estalló en llanto.

—¡No me quiero ir! —expresó, arrojándose a los brazos de su madre—. Quiero jugar con tía Talía y tío Miguel.

—Oh, Ania —le dijo Malaquías, tratando de consolarla—. ¡Tengo buenas noticias para ti! En poco tiempo viviremos en la misma casa con los tíos, ¿recuerdas?

Esto ayudó un poco para que Anya se sintiera mejor. Cuando iban de camino a su casa, en el automóvil, papá comentó:

—¿Sabes, Malaquías? Lo que hiciste para consolar a Anya me recordó la promesa de Jesús para nosotros.

—¿Cómo? —preguntó Malaquías.

—Jesús nos promete que regresará un día para hacer nuevas todas las cosas —explicó papá—. Ya que Él murió y resucitó por nosotros, como tenemos fe en Él, sabemos que viviremos para siempre con Jesús y con los demás creyentes.

—Así es —aseguró mamá—. Por ahora tenemos la oportunidad de vivir con la tía Talía y el tío Miguel en nuestra casa terrenal, pero algún día todos podremos vivir juntos en el nuevo cielo y la nueva tierra, con Jesús.

Malaquías sonrió.

—¡Esas sí son buenas noticias!

KANDI ZELLER

LOS CRISTIANOS VIVIRÁN CON JESÚS PARA SIEMPRE

VERSÍCULO CLAVE: APOCALIPSIS 21:3 (NTV)

OÍ UNA FUERTE VOZ QUE SALÍA DEL TRONO Y DECÍA: «¡MIREN, EL HOGAR DE DIOS AHORA ESTÁ ENTRE SU PUEBLO! ÉL VIVIRÁ CON ELLOS, Y ELLOS SERÁN SU PUEBLO. DIOS MISMO ESTARÁ CON ELLOS».

¿Estás afrontando un cambio importante en tu vida? Tal vez sea algo que te emociona o quizá sientes decepción o miedo. Como cristianos, podemos confiar en que nuestro futuro está seguro y que Jesús está con nosotros, sin importar lo que afrontemos. ¡Ni siquiera la muerte puede separarnos del amor de Dios, porque tendremos la oportunidad de vivir con Jesús y con todos nuestros hermanos en Cristo para siempre! Hasta que llegue ese día, confía en que Jesús está contigo cuando pasas por cambios en tu vida, y busca también a otros cristianos para que sean tu apoyo.

Clave de Hoy
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