Sabor en tu vida
Alisa llenó su tortilla para tacos con carne, queso, lechuga, tomates y la salsa especial de su padre.
—¡Esto es increíble, papá! —exclamó entre bocados—. Deberías estar en uno de esos programas de televisión para chefs.
Su padre rio.
—Me alegra que te guste, hija, pero no soy ningún chef.
Alisa miró su taco.
—Hay algo en tu salsa que la hace especial y diferente. ¿Me podrías decir qué es? ¿O es una receta secreta?
Papá rio nuevamente.
—No es ningún secreto. Creo que el comino le da ese sabor tan único a la comida mexicana, así que le pongo el doble de comido molido a mi receta de salsa. También agrego un poquito de pimentón dulce. Puedo enseñarte cómo hacer la salsa la próxima vez que la hagamos.
Unos días más tarde, Alisa notó que el frasco de comino molido del estante de los condimentos. Ella lo abrió y el olor le recordó los deliciosos tacos de su papá. «Mmmm», pensó. «¡Esto huele delicioso!». La niña esparció un poco del polvito en su mano y lo lamió.
—¡Oh, guácala! —se quejó, a punto de atrancarse. Ella corrió al lavaplatos, escupiendo y tosiendo, para enjuagarse la boca con agua.
Alisa buscó a su padre y le contó lo que había sucedido.
—¿Por qué ese condimento sabe tan feo? En la salsa tenía buen sabor.
—Una buena salsa para tacos tiene más de un ingrediente —aseguró papá—. Un chef, o incluso un cocinero común como yo, mezcla los ingredientes adecuados en las cantidades correctas, para que algo tenga buen sabor —él sonrió—. ¿Sabes, hija? La vida se parece a una salsa para tacos.
—¡A la salsa de tacos! —exclamó Alisa—. ¿Cómo es eso?
—Muchas veces quisiéramos que nuestras vidas pudieran ser fáciles y divertidas, sin nada de las cosas difíciles —explicó su padre—. Pero Dios permite situaciones difíciles en nuestras vidas para que podamos crecer en nuestra relación con Jesús y ser más como Él. Normalmente solo vemos las dificultades como cosas malas, como verías al comino si no lo hubieras probado en mi salsa para tacos. Pero Dios no ve esas dificultades del mismo modo que nosotros. Él las usa para dar sabor a nuestras vidas con el amor y la gracia de Jesús.
Alisa sonrió.
—Como el mejor chef.
CATHERINE RUNYON
DIOS TIENE UN PROPÓSITO PARA TODO
VERSÍCULO CLAVE: ROMANOS 8:28
Y SABEMOS QUE PARA LOS QUE AMAN A DIOS, TODAS LAS COSAS COOPERAN PARA BIEN, ESTO ES, PARA LOS QUE SON LLAMADOS CONFORME A SU PROPÓSITO.
¿Sabías que Dios es el mejor chef? Él tiene una receta, es decir, un plan para tu vida. Hay muchos tipos de condimentos, picantes, dulces, amargos y fragantes, que dan un toque especial a las comidas. El pasaje bíblico de hoy y el versículo clave nos recuerdan que Dios nos permite pasar por muchas experiencias diferentes para embellecer nuestras vidas. Él utiliza las dificultades que afrontamos para enseñarnos a confiar en Jesús y para que crezcamos y seamos más como Él. Confía en que el Señor estará contigo en los momentos difíciles y usará esas experiencias para el bien.
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