El mejor equipo

—¡Ganamos! ¡Ganamos! —gritó Augusto al entrar corriendo en la casa—. Nuestro equipo ganó la competencia de arco y flecha en la escuela, ¡y miren lo que me dieron!

El niño sostuvo en alto el listón azul que recibían quienes ganaban el primer lugar.

—¡Qué excelente! —expresó mamá—. Y siempre estás diciendo que no eres bueno para el arco y flecha. ¿Cuántos puntos hiciste?

—Solo hice dos, pero no importa, porque estaba en el mejor equipo… en el equipo de Jonatán. Es el mejor arquero de toda la escuela —Augusto sonrió—. Yo nunca podría ganar una competencia de arco y flecha por mi cuenta… la mayoría de los chicos de mi equipo, tampoco… pero Jonatán lo ganó por nosotros. Hizo tantos puntos que habríamos ganado aun si los demás no hacíamos ninguno. Pero todo el equipo recibió los listones del primer lugar.

Su madre sonrió.

—Bueno, me alegra que la hayas pasado bien hoy.

Un par de días después, los padres de Augusto asistieron a un culto en su iglesia. En el camino de regreso a casa, mamá comentó sobre la prédica:

—Hijo, pensé en tu amigo Jonatán cuando el pastor Sergio habló sobre cómo los cristianos somos justos ante los ojos de Dios.

—¿En serio? —preguntó el niño con curiosidad—. ¿Por qué pensaste en él?

—Me dijiste que nunca hubieras sido capaz de ganar el primer lugar en la competencia de arco y flecha por tu cuenta, pero los puntos que Jonatán hizo en la competencia contaron para todos los del equipo, ¿verdad? —preguntó mamá.

—Así es —respondió Augusto.

—Bueno, ninguna persona puede ser lo suficientemente buena como para ganar la vida eterna con Dios por su cuenta —explicó su madre—. Todos somos pecadores que han hecho lo malo y no dan la talla ante los ojos de Dios. Pero a causa de lo que Jesús hizo en la cruz, todos tienen la oportunidad de ir al cielo. Jesús ganó la vida eterna para nosotros cuando murió en la cruz por nuestros pecados y resucitó, y todos los que confían en Él están en Su equipo. Así como todos los chicos en tu equipo de arco y flecha compartieron la victoria de Jonatán en la competencia, todos los cristianos comparten la victoria de Jesús sobre el pecado y la muerte.

—¡Guau! Entonces somos miembros del mejor de todos los equipos, ¿cierto?

Su padre asintió.

—Como señaló el pastor Sergio, cuando confiamos en Jesús, Dios ve Su justicia en lugar de nuestro pecado. Entonces todos compartimos Su victoria y recibimos el premio de la vida eterna con Él. Somos miembros de Su equipo eterno.

HAZEL W. MARETT

PUEDES ESTAR EN EL EQUIPO DE DIOS

VERSÍCULO CLAVE: ROMANOS 5:19

POR LA OBEDIENCIA DE UNO [JESÚS] LOS MUCHOS SERÁN CONSTITUIDOS JUSTOS.

¿Estás en el equipo de Dios? No hay forma en que puedas tener la victoria sobre el pecado y la muerte ni ganar un lugar en el cielo por tu cuenta. Pero Jesús ya ha conseguido la victoria y te invita a compartirla. ¿Quieres confiar en Él como tu Salvador hoy mismo? Entonces, cuando Dios te mire, verá la bondad de Jesús, Su justicia, ¡y estarás en Su equipo para siempre! (Haz clic aquí para que conozcas las Buenas Nuevas que Dios tiene para ti).