La fiebre del oro

Los vagones de la mina traqueteaban por los rieles mientras Paco y su familia miraban hacia adelante en el interior de la vieja mina, apenas alumbrado con una luz tenue.

—¿Creen que podamos encontrar oro por aquí? —preguntó Paco emocionado.

El guía de turismo rio.

—¿Te dio la fiebre del oro? —preguntó.

—¿La fiebre del oro? —preguntó Alexa, la hermana de Paco, con una expresión confundida—. ¿Qué es eso? ¿Te enfermas cuando buscas oro en una mina?

—No —respondió el guía—. La fiebre del oro es un término que fue usado hace años para describir a las personas que estaban tan ansiosas por encontrar oro que dedicaron toda su vida a la búsqueda. Los que encontraron una veta de oro se hicieron ricos. Cuando eso sucedía, parecía como si la fiebre del oro fuera una enfermedad contagiosa. A otras personas se les pegó y también querían ser ricos.

—¡Qué genial! —exclamó Paco—. Quisiera encontrar oro.

Alexa sonrió.

—A mí me parece que sí tienes la fiebre del oro —bromeó.

Su padre rio.

—No creo que a Paco le guste la minería. Los túneles de esta mina eran estrechos, incómodos y muchas veces eran peligrosos. Los mineros tenían que ser persistentes y fuertes. Debían tener una pasión por encontrar oro.

Cuando el tour terminó, salieron de nuevo a la luz del sol.

—¡Eso fue increíble! —comentó Paco—. La minería es un duro trabajo, pero si yo encontrara oro, valdría la pena.

—¡Sí! ¡Serías rico! —afirmó Alexa.

Esa noche, después de la cena, papá tomó su Biblia.

—¡Es hora de dedicarnos a la minería! —anunció con una sonrisa—. ¿Quién quiere ser rico?

—¡Yo! —Paco levantó su mano—. Pero ¿cómo vamos a dedicarnos a la minería?

—Estudiar la Biblia es como buscar oro en una mina —explicó su padre—. Buscar la verdad y la sabiduría en la Palabra de Dios requiere persistencia y paciencia. Puede ser un trabajo muy duro, pero los resultados hacen que todo esfuerzo valga la pena.

Alexa rio.

—Creo que sí puedes ser minero después de todo, Paco.

—Los dos pueden serlo —aseguró papá—. Y, a diferencia del oro, las riquezas de la Biblia son eternas. Nos cuentan de la verdad de Jesús y lo que Él hizo para salvarnos. La Palabra de Dios nos ofrece sabiduría y palabras de aliento en nuestro caminar durante nuestra vida con Él. Si dedican sus vidas a encontrar las riquezas de Dios, su recompensa será mucho mayor que cualquier oro que pudieran hallar.

KAREN E. COGAN

BUSCA EL ORO DE DIOS EN LA BIBLIA

VERSÍCULO CLAVE: SALMO 19:10

[LAS PALABRAS DE DIOS SON] DESEABLES MÁS QUE EL ORO; SÍ, MÁS QUE MUCHO ORO FINO.

¿Te has dedicado a la minería para encontrar oro celestial? Ninguna riqueza terrenal puede compararse con el tesoro que Dios te ofrece en Su Palabra. La Biblia te dice cómo puedes tener vida eterna con Jesús, quien murió para salvarte del pecado. Está llena de verdad, sabiduría y promesas. Cuando pones las palabras de Dios en tu corazón, ellas te ayudarán a buscar a Jesús para encontrar gozo, paz y contentamiento. Cuando buscas el tesoro de la Biblia, las recompensas duran para siempre.

Clave de Hoy
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