Cultiva el contentamiento
—¡Ya puedes abrir los ojos! —los padres de Lizandro tenían unas grandes sonrisas mientras apuntaban al regalo del niño—. ¡Feliz cumpleaños, hijo!
Lizandro tragó en seco cuando vio lo que estaba estacionado en el garaje con un enorme lazo rojo. Por meses les había estado mandando indirectas de que quería una patineta eléctrica, con la esperanza de recibir un modelo como el que su mejor amigo, Jacob, había recibido por Navidad. Este monopatín no era así. El que tenía en frente era mucho más pequeño y no tenía el manubrio plegable, como el de Jacob.
—Gracias —Lizandro trató de mostrar entusiasmo, pero realmente no lo sentía.
—Llévalo a dar una vuelta por el barrio —le sugirió papá—. ¡Puede ir hasta a 11 kilómetros por hora!
«Yupi», pensó Lizandro. «La de Jacob alcanza hasta los 25 kilómetros por hora, tiene regulador de velocidad y llantas más anchas».
El niño salió con su monopatín para dar una vuelta a la manzana, pero no disfrutó del paseo. Estaba demasiado ocupado pensando en cómo el monopatín de Jacob era mejor que el suyo.
Esa noche, la madre de Lizandro entró en su habitación para darle las buenas noches.
—Hijo, ¿recuerdas el versículo del que habló el pastor Pepito la semana pasada?
—Recuerdo que tocó esa canción que dice: «Estoy contento» —contestó el niño.
—Así es. El versículo era Filipenses 4:11, donde Pablo dice que debemos tener contentamiento en todas las circunstancias. Podemos ser felices con cualquier cosa que tengamos porque tenemos a Jesús en nuestras vidas. Es fácil que miremos a nuestro alrededor y deseemos las cosas que tienen otras personas, pero la Biblia nos advierte que no lo hagamos. El décimo mandamiento nos dice que no debemos codiciar. Esa palabra significa querer con ansias algo que le pertenece a otra persona. En Jesús tenemos salvación del pecado, vida eterna y el gozo y la paz que provienen de Él. El Señor siempre estará con nosotros y promete que nos dará todo lo que necesitamos. Eso es más que suficiente.
Lizandro se quedó pensando por un momento.
—Supongo que no necesito ir tan rápido, ¿verdad? ¿Y quién pone el regulador de velocidad en un monopatín? ¡Nadie!
Su mamá sonrió.
—¡Estoy completamente de acuerdo!
—Mi monopatín en realidad está genial —Lizandro sonrió a su madre—. Gracias por darme ese regalo.
—Me alegra que te guste —mamá se inclinó y besó la frente de su hijo—. Feliz cumpleaños, Lizandro. Que duermas bien.
BONNIE CARR
ENCUENTRA EL CONTENTAMIENTO EN JESÚS
VERSÍCULO CLAVE: HEBREOS 13:5 (NTV)
ESTÉN CONTENTOS CON LO QUE TIENEN, PUES DIOS HA DICHO: «NUNCA TE FALLARÉ. JAMÁS TE ABANDONARÉ».
¿Estás feliz con lo que tienes? ¿O constantemente deseas tener el celular más nuevo, la tableta o los juguetes que tiene otra persona? Dios nos advierte sobre la codicia o el querer lo que tienen otros, porque Él sabe que eso no nos satisfará. Solo Jesús puede satisfacer nuestras almas. A diferencia de cualquier cosa material, ¡el gozo y la satisfacción que Jesús nos trae duran para siempre! Encuentra tu contentamiento en Él.
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