Tres gatitos
—¿Ya le pusiste nombre a tu gatita? —le preguntó el papá de Román.
El niño sonrió y miró a la minina que sostenía en sus brazos.
—Sí, se llama Copo de Nieve —dijo mientras la gatita ronroneaba y se acurrucaba cómodamente en sus brazos—. Gracias por dejarme quedarme con ella aunque ya tenemos otros dos gatos. Copo de Nieve es la única que me deja cargarla y llevarla donde yo vaya —Román dejó a la gata en el sofá y Copo de Nieve se enroscó a su lado—. ¿Ves? Solo se queda ahí tranquila, a mi lado, por el tiempo que yo quiera.
Su madre sonrió al verlos.
—Supongo que eso es porque has sido tan delicado con ella desde que era chiquitita.
—Lo sé —afirmó Román—. Pero a Petunia la he tratado del mismo modo y, si quiero cargarla, aúlla y llora todo el tiempo que la estoy sosteniendo. Es tan nerviosa y asustadiza.
Papá asintió.
—Ella es así con todos nosotros.
—Tal vez es porque no la trataron bien antes de adoptarla —opinó su madre—. Aunque la cuidamos muy bien, ella nunca ha aprendido a confiar en nosotros por completo.
—¿Y qué me dicen de Mandarín? —preguntó Román—. Si lo cargo, empieza a luchar para escaparse. Creo que tampoco confía en nosotros. O tal vez solo quiere hacer lo que quiere y no lo que nosotros queremos.
—Estos gatos me recuerdan a las formas en que a veces reaccionamos ante las cosas que Dios permite en nuestras vidas —explicó su padre—. Piensen en esto… ¿A cuál de los tres gatos de parecen? ¿Son como Petunia, nerviosos por todo lo que pasa? ¿Son como Mandarín, que solo quiere hacer lo suyo en lugar de confiar en Dios? ¿O son como Copo de Nieve, contentos de estar donde Dios los ponga?
Román miró a la gatita que estaba acostada tranquila y en paz a su lado.
—Espero ser como Copo de Nieve.
Mamá asintió.
—Yo también. Así deberíamos ser, porque, pase lo que pase en nuestras vidas, Jesús está a nuestro lado. Podemos confiar en que Él nos llevará donde quiere que vayamos y estará con nosotros todo el tiempo.
—Así es —afirmó papá—. Aun cuando sucedan cosas difíciles, Él promete que cuidará de nosotros.
Román acarició a su gatita.
—Trataré siempre de ser como tú, Copo de Nieve.
RONDA L. SHERRILL
CONFÍA EN DIOS EN TODA SITUACIÓN
VERSÍCULO CLAVE: PROVERBIOS 3:5
CONFÍA EN EL SEÑOR CON TODO TU CORAZÓN.
¿Ha permitido Dios que afrontes una situación difícil? ¿Hay algo en tu vida que no ha salido como esperabas? Afrontar dificultades inesperadas puede ser frustrante y doloroso, pero recuerda que Jesús está a tu lado. Él te ama tanto que murió por ti y promete que estará contigo y hará que todo coopere para el bien en tu vida. Confía en Dios en toda situación que Él permita que llegue a tu vida.
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