Cuando lo vea
—¡Lo creeré cuando lo vea! —aseguró Cosme antes de tomar una rebanada de pan.
—Oh, Cosme, tú siempre dices lo mismo —indicó Irina—. Es como tu lema personal. ¡Nunca crees nada! ¡En verdad vi una ardilla sin cola!
—Pensándolo bien, sí creemos en algunas cosas que no podemos ver —opinó su madre mientras pasaba las papas—. Crees en el viento, ¿cierto? ¿Y en la electricidad? Muchas cosas importantes en la vida no se pueden ver. Por ejemplo, el amor. Vemos la evidencia del amor en palabras y acciones, pero no podemos ver al amor en sí.
—O la amistad —agregó Irina—. Cuando miras una fotografía, no puedes distinguir quién es tu mejor amigo.
—Tampoco puedes saber si una persona es honesta solamente al mirarla —agregó su padre.
—¿Y qué me dices de creer en Dios? —preguntó Irina—. A Él no puedes verlo.
—Eso es verdad —contestó papá—. ¿Se acuerdan de Tomás, en la Biblia? Él insistió en que tenía que ver a Jesús para poder creer que había resucitado de entre los muertos. Tomás al final sí lo vio, pero Jesús dijo que son dichosos quienes han creído sin verlo. Nosotros creemos a través de la fe.
—Si no hubiéramos creído sin ver a Jesús, ninguno de nosotros sería cristiano —observó mamá.
—Eso es verdad —afirmó su padre—. Por cierto, ¿se enteraron de quién se hizo cristiano en la escuela bíblica de vacaciones la semana pasada? El pastor Bernardo me contó que Elías Poveda confió en Jesús.
—¡Elías Poveda! —exclamó Cosme, sorprendido—. Lo creeré cuando lo vea —el niño vio que todos en su familia lo miraban con el ceño fruncido alrededor de la mesa—. O sea, ¡por favor! ¡Ustedes saben cómo es él!
—Solo espera, Cosme —señaló Irina—. Pronto lo verás… verás la evidencia de Jesús en la vida de Elías.
—Así como nosotros vimos cómo Él cambió tu corazón cuando recibiste la salvación —expresó mamá.
Cosme se quedó en silencio por un momento.
—Está bien —dijo al fin—. Sé que Dios puede cambiarlo —el niño sonrió—. Les diré una cosa. De hoy en adelante, mi lema será: «Lo sabré cuando lo vea, porque lo creo». ¿Eso les gusta más?
—Me parece un muy buen lema —comentó papá—. Porque, aunque no podemos ver a Jesús ahora, Lo veremos y lo conoceremos tal como Él es, en el día que estemos con Él cara a cara. — LYNN HANSEN
CONFÍA EN JESÚS AUNQUE NO LO PUEDAS VER
VERSÍCULO CLAVE: 1 PEDRO 1:8 (NVI)
USTEDES LO AMAN A PESAR DE NO HABERLO VISTO; Y, AUNQUE NO LO VEN AHORA, CREEN EN ÉL Y SE ALEGRAN CON UN GOZO INDESCRIPTIBLE Y GLORIOSO.
¿Eres de los que dicen que solo creen en aquello que pueden ver? ¿Qué te parece algo como el viento? Sabes que está ahí porque ves la evidencia de que existe. A pesar de que no puedes ver a Jesús, puedes ver la evidencia de Su amor en las vidas de los cristianos. Cree en Él, porque es real. Confía hoy mismo en Jesús como tu Salvador. (Haz clic aquí para que conozcas las Buenas Nuevas que Dios tiene para ti). Entonces un día podrás verlo también.
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