Muchos dolores (Parte 1)
—Me siento terrible —expresó Noé—. Mi garganta me pica y me duele.
—Lo sé —afirmó su madre—. Hay mucha gente con gripe, pero te sentirás mejor en un par de días. Te hice un poco de sopa. Quédate acostado en el sillón y descansa.
Pocos minutos después, Noé llamó a su mamá.
—¡Mi cabeza está caliente!
La madre trajo una toallita mojada para la frente del niño, arregló su almohada y lo arropó con una manta de lana.
—¿Quieres ver algo en la televisión? —le preguntó.
—No —contestó Noé—. No quiero hacer nada.
—Entonces trata de dormir un poquito —sugirió mamá mientras ponía su mano fría en la frente de su hijo—. Eso te ayudará para que te sientas mejor.
Noé dio vueltas en el sillón por un rato, pero finalmente se quedó dormido. Cuando despertó, su madre le trajo un poco de medicina y le tomó la temperatura.
—Tu fiebre bajó y el doctor dice que estarás bien. Solo hay que dejar que la gripe siga su curso.
Noé suspiró.
—¡Las gripes no son divertidas! Pero me alegra que estés aquí para cuidarme, mami.
Mamá sonrió. —Las gripes son una lección de paciencia, ¿no crees? Y esa lección no es nada fácil, pero la Biblia dice que debemos ser pacientes en la aflicción, y supongo que eso incluye las gripes.
—¿Qué es una aflicción? —preguntó Noé.
—Es cuando pasas por un momento difícil. Puede ser cuando no te sientes bien o cosas peores. Todos atravesamos por pruebas y aflicciones en la vida, pero podemos hacerlo con paciencia cuando recordamos que Jesús está con nosotros. Él tuvo que experimentar la mayor de las aflicciones cuando murió en la cruz para salvarnos, y un día Él llevará todos nuestros sufrimientos a su fin. Hasta que llegue ese día, Jesús promete que nos ayudará en los momentos difíciles.
—¿Así como tú me estás ayudando ahora que estoy con gripe? —preguntó Noé.
—Exactamente —respondió mamá—. Jesús muchas veces provee la ayuda y el cuidado que necesitamos a través de otras personas. Yo soy el instrumento que Él está usando para cuidarte en este momento. Jesús te está ayudando a través de mí —la madre acarició el brazo de su hijo—. ¿Te sientes mejor después de tu siesta?
—Un poquito. Creo que ahora sí puedo ver televisión —Noé sonrió—. Todavía no me siento bien, pero trataré de ser paciente y recordar que tanto tú como Jesús están cuidándome. — CAROLYN E. YOST
SÉ PACIENTE EN LOS TIEMPOS DIFÍCILES
VERSÍCULO CLAVE: ROMANOS 12:12 (NIV)
ALÉGRENSE EN LA ESPERANZA, MUESTREN PACIENCIA EN EL SUFRIMIENTO, PERSEVEREN EN LA ORACIÓN.
¿Eres paciente en las aflicciones? No es fácil cuando estás pasando por una prueba dolorosa, pero recuerda que no estás solo. Jesús sufrió y murió para que puedas tener salvación y vida eterna con Él, y te promete que siempre estará contigo y cuidará de ti. Confía en que Jesús te ayudará en las dificultades y sé paciente mientras esperas el día cuando Él llevará a tus aflicciones a su fin.
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