El apagón
“¡Mamá!”, gritó Eduardo cuando la sala quedó en completa oscuridad. “Se fue la luz”.
“No te preocupes”, respondió su madre desde la cocina mientras arrastraba una silla y se golpeaba contra la puerta de un estante mientras hurgaba en la oscuridad. “Voy por unas velas”.
Unos minutos más tarde, mamá entró con una vela encendida y se puso a prender más velas aromáticas en la casa. Las sombras de las titilantes llamas bailaban en las paredes, y el aroma de frutas y vainilla llenó la habitación.
“Guau, mamá. ¡La luz de las velas se ve genial!”
Madre e hijo espiaron por la ventana. Toda su calle estaba en tinieblas, así que mamá llamó a la empresa eléctrica mientras Eduardo permanecía sentado en el sillón, pensando en todos los videojuegos que no podía jugar y en los programas de televisión que no podía ver”.
“Bueno, esperan reconectar la electricidad en aproximadamente una hora”, le contó su madre cuando terminó la llamada telefónica. “El apagón es en toda esta calle, pero estaremos bien. Tenemos suficiente luz”.
Eduardo miró a su alrededor y observó las llamas bailarinas. “El mes anterior, la señora Arellano nos enseñó sobre la importancia de la luz y la electricidad. Incluso escribimos un ensayo sobre eso. ¡Pero no entendía lo importante que era hasta ahora!”
Su madre asintió, pensativa. “Espera”, indicó. “Tengo una idea”. Ella trajo un poco de jugo y una Biblia. “Jesús y Sus discípulos no tenían electricidad. Leamos algunas historias sobre ellos”.
Juntos leyeron algunas historias bíblicas, después oraron y ofrecieron sus preocupaciones al Señor. Más tarde, mamá completó su Sudoku mientras Eduardo leía sus historietas a la luz de las velas.
Sin advertencias, se oyó un zumbido y las luces y aparatos se encendieron. “Al fin”, exclamó Eduardo con los ojos entrecerrados por el brillo de la luz. “¡Qué alivio! No me había dado cuenta de lo brillantes que son estas luces, hasta que estuvimos en la oscuridad. Tal vez a eso se refería el pastor Elizondo cuando nos dijo que Jesús es como una luz que resplandece en las tinieblas del pecado”.
“Así es”, afirmó mamá. “Su luz nos cambia y nos llena de Su esperanza, gozo y paz. Solo cuando vemos la luz nos damos cuenta de cuán oscuro estaba”. Ella sonrió y apagó la televisión. “Ahora sí, ¿qué te parece si vemos juntos una película mientras comemos palomitas de maíz?” — CINDY LEE
JESÚS ES UNA LUZ RESPLANDECIENTE
VERSÍCULO CLAVE: JUAN 1:5 (NTV)
LA LUZ BRILLA EN LA OSCURIDAD, Y LA OSCURIDAD JAMÁS PODRÁ APAGARLA.
¿Tienes la luz de Jesús en tu vida? La Biblia nos dice que Él es como una luz que brilla en la oscuridad y que nunca se podrá apagar. Cuando confiamos en Jesús, Él nos saca de la oscuridad del pecado y llena nuestras vidas con Su luz, para que podamos reflejarla a los demás. ¡Deja que Su luz brille en tu vida hoy! (Haz clic aquí para que conozcas las Buenas Nuevas que Dios tiene para ti).
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