Una mirada al corazón
“¡Guau, nunca había aprendido estas cosas antes!”, exclamó Ángel mientras él y su amigo Ernesto navegaban por una página web.
“¿Qué cosas?”, preguntó su hermana, Adriana, que estaba haciendo su tarea.
“Ernesto y yo tenemos que encontrar datos curiosos sobre el corazón y hacer un reporte para la clase”, contestó Ángel. “¡Es asombroso cómo están hechos nuestros cuerpos!”
“¿Qué aprendieron?”, preguntó su madre.
“Bueno, aquí dice que si todos nuestros vasos sanguíneos se unieran para formar una cuerda, incluso los de un niño, ¡medirían casi cien mil kilómetros!”
“Sí, y dice que en tan solo 24 horas, el corazón bombea miles de pintas de sangre”, comentó Ernesto. “Hace que la sangre circule por nuestros cuerpos unas dos mil veces al día”.
“¡Guau!”, expresó Adriana. “El corazón es muy pequeño como para hacer todo eso, ¿verdad?”
“Sí, tiene el tamaño de un puño”, afirmó Ángel mientras escribía la información en su cuaderno.
“Es asombroso”, aseguró mamá. “¿Saben? La Biblia también habla mucho de nuestros corazones, pero se refiere a nuestros pensamientos, actitudes, valores y emociones, no al órgano del cuerpo”.
“En la iglesia aprendí un versículo que dice que nuestros corazones son engañosos y sin remedio”, señaló Adriana.
“Es porque todos nacemos con una naturaleza pecaminosa”, explicó su madre. “La buena noticia es que, cuando confiamos en Jesús para la salvación de nuestros pecados, Dios nos da un corazón nuevo y limpio”.
Los niños asintieron. Habían oído de la necesidad de tener un nuevo corazón desde que tenían memoria, y los tres habían puesto su confianza en Jesús. “Pero todavía pecamos a veces, a pesar de que somos cristianos”, admitió Ernesto. “Cuando confesamos nuestras ofensas a Jesús, Él nos perdona”.
“Sí. Lo que Dios hace por nuestros corazones espirituales es mucho más asombroso que todas esas características increíbles con las que Él creó el corazón”, declaró Ángel. “Quisiera escribir un reporte sobre eso”.
“Puedes hacer algo mejor que un reporte”, sugirió mamá. “Puedes mostrar tu nuevo corazón en la forma en que tratas a otras personas. Cuando tus palabras y acciones demuestran a los niños de la escuela el amor de Jesús, ellos podrán ver el asombroso nuevo corazón que Él te ha dado”. — LINDA WEDDLE
CONFÍA EN JESÚS Y RECIBE UN NUEVO CORAZÓN
VERSÍCULO CLAVE: SALMO 51:10
CREA EN MÍ, OH, DIOS, UN CORAZÓN LIMPIO.
¿Tienes un corazón nuevo y limpio? Dale gracias a Dios por el asombroso corazón físico que está en tu cuerpo, pero ¿qué pasa con tus pensamientos, actitudes y valores? ¿Qué tipo de persona eres? Dios dice que el corazón humano, es decir, nuestro ser interior, es malvado por naturaleza. Él envió a Su Hijo, Jesús, para que tomara el castigo por nuestros pecados, de modo que podamos ser perdonados y hechos limpios. ¡Confía en Jesús y recibe un nuevo corazón hoy mismo! (Haz clic aquí para que conozcas las Buenas Nuevas que Dios tiene para ti).
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