Por qué estamos aquí
“¡Oye, Caleb!”, gritó Pepe cuando se bajaron den autobús. “¡Casi lo olvido! Mañana voy a comer pizza y me preguntaba si tú…”
“¡Me encantaría ir!” Caleb empezó a correr hacia su casa, antes de que Pepe terminara su oración. “¡Voy a pedirle permiso a mi mamá!”
Esa noche, Caleb le preguntó a su mamá sobre ir a comer pizza con Pepe. “Por supuesto que puedes ir”, indicó la mamá. “Acabo de hablar con el padre de Pepe y me alegra que quieras ayudar”.
“¿Ayudar?”, pensó Caleb. “¡Siempre quiero ayudar a comer pizza!”
Al día siguiente, una fila larga de personas esperaba afuera de la pizzería. “¡Guau!”, exclamó Caleb. “Espero que consigamos una mesa. ¡Estoy muerto del hambre!”
Pepe miró extrañado a Caleb. “No te mueres de hambre tanto como ellos”, le dijo. “Sígueme”.
Los niños caminaron delante de la fila. “¡Hola, Pepe!”, dijo el hombre de la puerta. “¿Quién es tu amiguito?”
“Hola, pastor Sergio. Él es Caleb. Vino a ayudar a servir el almuerzo”.
“¿Ayudar a servir?” Caleb estaba confundido. “¡Creí que habíamos venido a comer!”
“Sí vamos a comer, después de haber servido primero a todos los demás. “Nuestra iglesia está comprando pizza y dándola gratis, como parte de nuestra colecta de alimentos este mes. ¡Esa es la razón por la que estamos aquí!”
“¿O sea que no podemos comer hasta que hayamos terminado de servir a todos los demás?”
Pepe sonrió y le entregó a Caleb un par de guantes. “Creo que vas a sobrevivir”.
Unos minutos más tarde, el pastor Sergio dejó entrar a la fila de personas, y Caleb y Pepe ayudaron a servir una rebanada de pizza a cada persona que entraba.
“Mi nombre es Tomás”, dijo un niño en voz baja. “Jamás había comido pizza en este restaurante. ¿Es buena?”
“¿Buena?”, exclamó Caleb. “¡Es la mejor! Toma, la de salchicha es mi favorita”.
Después de servir a todos, el pastor Sergio oró por los alimentos. “Querido Dios, gracias por esta pizza y por cada persona que se encuentra en este lugar. Gracias por enviar a Tu Hijo para que sea nuestro Salvador. Ayúdanos a ver todas las maneras en que podemos servir a quienes nos rodean y a mostrar el amor de Jesús a los demás. Amén”.
Caleb levantó su cabeza mientras Tomás daba su primer mordisco al pedazo de pizza. “¡Esta pizza es la mejor!”, gritó, emocionado.
Caleb sonrió y empujó su propio pedazo de pizza al otro lado de la mesa. “Aquí tienes otro pedazo, Tomás. Puedes comerte también el mío”.
“¿En serio?”, preguntó Tomás.
“En serio”, contestó Caleb. “Esa es la razón por la que estoy aquí”.– KELLY CARLSON
SIRVE A LOS DEMÁS
VERSÍCULO CLAVE: MARCOS 10:45
PORQUE NI AUN EL HIJO DEL HOMBRE VINO PARA SER SERVIDO, SINO PARA SERVIR, Y PARA DAR SU VIDA EN RESCATE POR MUCHOS.
¿Sirves a otras personas? ¿O siempre pones tus propias necesidades por encima de las necesidades de los demás? A pesar de que Dios es el Creador del universo, Jesús vino a la tierra para servir y para dar su vida por nosotros. Pídele a Dios que te ayude a ver las maneras en que puedes servir a otros y mostrarles Su amor.
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