Quién eres
Petra se quedó mirando el candelabro colgante que brillaba en el techo de su casa, mientras de sus ojos bajaban lágrimas de frustración. Nada le estaba saliendo bien en la escuela este mes. Todo lo que trataba de hacer era un fracaso: la clase de teatro, baile, natación. A pesar de que se esforzaba mucho para sus clases, Petra seguía luchando con sus calificaciones. “¡Dios, solo quiero ser buena en una cosa! Siento que soy una inútil y no sirvo para nada”, susurró la niña mientras abrazaba su gatito morado de peluche.
Sus amigas sobresalían en tantas cosas. Karina era muy buena para matemáticas y ciencias. Belén era la nadadora más rápida y era excelente en otros eventos atléticos. Tatiana podía dibujar los cuadros más realistas. Petra suspiró. La luz del sol brilló a través de los cristales que colgaban de la lámpara y proyectó arcoíris diminutos en su pared. De repente recordó lo que simbolizaban los arcoíris en la Biblia: las promesas infalibles de Dios. Ella tomó la Biblia que posaba sobre su mesita de noche. “Recuérdame quién soy en Ti, Jesús”, oró.
Petra abrió la Escritura en uno de sus salmos favoritos, el Salmo 139. El versículo 14 estaba subrayado en un color rosado brillante. La niña lo leyó nuevamente y sonrió. “He sido hecha maravillosamente”. Petra abrió después su Biblia en un pasaje muy conocido del Nuevo Testamento: Romanos 8. Cuando leyó el versículo 16, tomó su resaltador amarillo y subrayó “somos hijos de Dios”. El último versículo de ese capítulo ya estaba subrayado, así que Petra dijo esa verdad en voz alta, solo para asegurarse de recordarla: “Soy amada por Dios y nada puede separarme de Su amor”.
La niña necesitaba leer un pasaje más, así que volteó las páginas hasta llegar a 1 Pedro 2. En los versículos 9 y 10, ella subrayó “linaje escogido”, “posesión de Dios” y “han recibido misericordia”. Petra sonrió. “Gracias, Jesús, por recordarme que soy Tuya. No tengo que ser la mejor en todo, y eso no define quién soy de todas maneras. Soy Tu hija, soy amada por Ti, y eso es lo que realmente importa”.
Petra saltó de su cama y sintió que su energía y su entusiasmo estaban renovados. Sonrió al reflejo que veía en el espejo y sostuvo su cepillo como si fuera un micrófono. Usando su mejor voz de presentadora de televisión, exclamó: “¡Hoy damos la bienvenida a Petra, amada y estimada por Dios!” — SAVANNAH COLEMAN
PERMITE QUE DIOS DEFINA QUIÉN ERES
VERSÍCULO CLAVE: 1 PEDRO 2:9
PERO USTEDES SON LINAJE ESCOGIDO… PUEBLO ADQUIRIDO PARA POSESIÓN DE DIOS, A FIN DE QUE ANUNCIEN LAS VIRTUDES DE AQUEL QUE LOS LLAMÓ DE LAS TINIEBLAS A SU LUZ ADMIRABLE.
¿Sueles desanimarte porque hay cosas que quisieras hacer mejor? Es importante que recuerdes que lo que hagamos (o no podamos hacer) no determina quiénes somos. Si conoces a Jesús como tu Salvador, tu identidad se encuentra en Él. Cuando empieces a obsesionarte con tus defectos, permite que Dios te recuerde que le perteneces a Él. Lee Su Palabra a diario para que escuches lo que Dios dice sobre quién eres.
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