La oficina en casa
“¡Mamáááá! ¡Natán me golpeó!”, gritó Lily en las gradas.
“¡Solo la pegué porque me llamó menso!”, gritó Natán inmediatamente después.
Lily bajó corriendo las gradas para ir donde estaba su mamá. “Bueno, ¡tú empezaste al hacerme esa broma!”
“¡Basta!”, exclamó la madre. “Sé que hemos estado enjaulados en esta casa por meses y todos estamos un poquito irritables. Pero somos cristianos y, a pesar de sentimos la presión de esta pandemia, podemos amarnos unos a otros”.
Natán estuvo a punto de protestar, pero mamá lo interrumpió. “Observa bien esta habitación. ¿Qué ves?”
El niño se encogió de hombros. “Es tu oficina en casa. Hay un escritorio, una silla y una computadora”.
“¡Correcto!”, afirmó su madre. “Esta solía ser la habitación donde amontonábamos la chatarra que nos sobraba, pero cuando nos golpeó la pandemia y ya no pude ir a mi oficina en el centro de la ciudad, la limpié y la compartí en mi oficina en casa. Ahora es un lugar acogedor, que tiene un propósito, como las demás habitaciones de la casa”.
“Sí”, indicó Lily. “Ahora está mucho más bonito. ¡No habrías podido trabajar bien aquí cuando la habitación era un desastre!”
Mamá asintió y señaló a sus dos hijos. “Jesús ha hecho lo mismo por ustedes. Como confían en Dios, Él los ha hecho personas nuevas y les ha dado un nuevo propósito. Él los ha llenado con Su amor y les ha dado Su Espíritu. Así como esta habitación ahora se parece a mi oficina en el centro de la ciudad, el Espíritu Santo obra en nuestras vidas para hacernos parecidos a Jesús, y así las demás personas podrán ver cómo es Él”. Mamá apuntó a su computadora. “Digamos que mi portátil es la bondad y mi celular es el perdón. O que este escritorio es la misericordia. Esas son las cualidades que exhibimos cuando el Espíritu Santo trabaja en nosotros, para que podamos demostrar a otras personas el amor de Jesús”.
En ese momento, el teléfono que la madre tenía en su mano comenzó a sonar. “Tengo que contestar esta llamada, pero espero que recuerden que pueden mostrarse amor mutuamente, incluso cuando las cosas son difíciles”, declaró antes de cerrar la puerta.
Natán y Lily se miraron el uno al otro y ambos hermanos balbucearon una disculpa. “Creo”, comentó Natán, “que la mejor forma de mostrarte amor en este momento es dejándote en paz”.
“Digo lo mismo”, expresó Lily. Luego ella sonrió a su hermano antes de regresar a su habitación. — NAOMI VROEGOP
DEMUESTRA EL AMOR DE JESÚS
VERSÍCULO CLAVE: JUAN 13:35
EN ESTO CONOCERÁN TODOS QUE SON MIS DISCÍPULOS, SI SE TIENEN AMOR LOS UNOS A LOS OTROS.
Cuando sientes estrés o enojo, ¿te desquitas con otras personas? Tener que lidiar con las dificultades puede causar tensión en nuestras relaciones, pero debido a que tenemos el Espíritu Santo, podemos tratar a los demás como Jesús lo haría, aun en los tiempos difíciles. ¿Cuáles son algunas maneras en que pues demostrar Su amor a otros? ¿Paciencia cuando alguno de tus hermanos te moleste? ¿O perdón cuando alguien te haga daño? Confía en que Dios te ayudará a exhibir Su amor en toda situación.
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