La oración y más

“Aura, ¿terminaste de estudiar ortografía?”, preguntó mamá.

“¿Qué?  Oh, casi”, contestó Aura, quien estaba mirando un programa en la televisión.  “Voy a terminar cuando se acabe este programa”.

Cuando el programa acabó, una de las amigas de Aura quería hacerle una videollamada, así que la niña pasó la siguiente media hora hablando con ella.  Y luego llegó la hora de ir a la cama.  “Ya no tengo tiempo para estudiar”, pensó, somnolienta.  “Supongo que voy a tener que pedirle a Dios que me ayude si me quedo atorada en mi examen de mañana”.

Al día siguiente, cuando comenzó el examen, Aura rápidamente le pidió a Dios que le ayudara para que le fuera bien.  Pero cuando entregaron las pruebas calificadas, Aura se decepcionó de su calificación.  Sacó un seis. 

“Mamá, ¿no dice la Biblia que, si nos falta sabiduría, debemos pedírsela a Dios?”, preguntó Aura cuando llegó a la casa.  “Bueno, ¡le pedí y esperé que Él me ayudara a sacar más que un seis!”

Antes de que su madre pudiera responder, el teléfono de Aura vibró y ella lo sacó de su bolsillo.  “Mi escuela acaba de enviar una notificación que dice a los chicos les están robando las cosas de sus casilleros”, explicó.  “¿Me podrías dar dinero para comprar un candado para mi casillero?  Quiero estar segura de que eso no me suceda”.

“¿Por qué no solo oras por eso?”, preguntó mamá.  “Pídele al Señor que proteja tus cosas”.

“¡Mamá!  Está bien orar por eso, pero también es importante que ponga un candado en mi casillero”.

“En otras palabras, a pesar de que ores, también deberías hacer lo que puedas para encargarte del problema”, comentó su madre.  “¿Y eso no pasa también con tu examen de ortografía?  No estudiaste mucho, ¿verdad?  Esperabas que Dios te ayudara a recordar cosas que nunca aprendiste”.

Aura sabía que su mamá tenía razón.  “Es toda mi culpa que me haya ido mal en ese examen”, admitió con un suspiro.

Mamá asintió.  “Jesús promete oír nuestras oraciones y siempre cuidar de nosotros.  Pero eso no significa que deberíamos hacer cosas que no son sabias o descuidarnos de hacer el trabajo que Él nos ha dado… como aprender la ortografía de las palabras.  Ora por las cosas que te preocupan y confía en que Dios te dará sabiduría para que sepas qué hacer”.  – HAZEL MARETT

ORA POR SABIDURÍA

                VERSÍCULO CLAVE: MATEO 26:41

(JESÚS DIJO) VELEN Y OREN.  

¿Oras por tus tareas de la escuela?  ¿Por el dinero?  ¿Por amigos que no conocen a Jesús?  La oración solo es parte de la batalla.  También debes estudiar, tratar de ganar dinero y hablarles a tus amigos acerca de Jesús.  Cuando reconstruyeron los muros de Jerusalén, el pueblo de Dios oraba y también establecieron una guardia.  Ora por todo y luego confía en que Dios te guiará en lo que Él desea que tú hagas.