Entretejidos
“¡Mamá! ¡Mira cómo está quedando mi bufanda!” Con un ovillo arrastrándose a sus espaldas, Ana corrió a la cocina, abrazando sus agujetas y la bufanda que estaba aprendiendo a tejer. “¡Mira lo larga que está! Creo que ya casi está terminada. ¿No crees que es perfecta?” La niña estiró la bufanda en toda su extensión sobre la mesa. “Oh, espera, ¡aquí hay un agujero, justo en la mitad!”, se lamentó. “¿Cómo pudo pasar algo así? ¡Está arruinada!”
Su madre se acercó y tomó la bufanda. “Parece que te faltó una puntada en la mitad de esta fila. Cuando eso ocurre, se crea un agujero grande. Pero no te preocupes, podemos arreglarla”.
Ana suspiró. “¿Sí podemos?”
“Claro que sí”, aseguró mamá. “Te enseñaré tan pronto como ponga el pastel de carne en el horno”.
En pocos minutos, el pastel de carne comenzó a hornearse y la madre le enseñó a Ana cómo rescatar la puntada perdida y arreglar el agujero que se había abierto.
“¡Guau! ¡Gracias, mamá!”, expresó Ana. “Pensé que iba a tener que desbaratar todo y comenzar a tejer una nueva bufanda desde cero”.
“¿Sabes? Creo que podrías aprender algo de esta bufanda”, opinó su madre. “Todavía estás enojada con Meli porque no te invitó a su fiesta la semana pasada, ¿verdad?”
“Bueno, ella demostró no ser mi amiga al hacerme a un lado de ese modo”.
“Pero ¿Meli no te llevó a acampar con su familia durante las vacaciones?”, preguntó mamá. “Y recuerda que, cuando te torciste el tobillo, ella vino a jugar contigo. Y también te ayudó a igualarte con las tareas de la escuela”.
“Sí, pero…” Ana no estaba segura de a dónde quería llegar su madre.
“Entonces”, continuó mamá, “a mí me parece que sí ha sido una muy buena amiga en el pasado. En la Biblia, el apóstol Pablo dice que los corazones de los amigos están unidos en amor. No creo que deberías desbaratar toda tu amistad con Meli solo porque se le fue una puntada en la mitad. Un agujero en una amistad también puede ser arreglado, y la Biblia nos dice cómo hacerlo. Dice que tenemos que perdonar a otros de la forma en que Jesús nos ha perdonado”.
Ana se quedó en silencio por un minuto. “Tienes razón. Meli ha sido una buena amiga”, admitió finalmente. “¿Qué tal si la invito a cenar hoy, para comer pastel de carne?” – DEBORAH S. MARETT
ARREGLA LOS AGUJEROS EN LA AMISTAD
VERSÍCULO CLAVE: COLOSENSES 2:2
SEAN ALENTADOS SUS CORAZONES, Y UNIDOS EN AMOR.
¿Alguna vez te has enojado con algún amigo o amiga? A lo mejor te hizo algo que te dolió o te hizo sentir excluido. A pesar de que te hizo daño, eso no significa que deberías terminar con la amistad. Escucha el recordatorio de Dios para amar, perdonar y alentarnos unos a otros. Si hay un agujero en una de tus amistades, no desbarates todo. Más bien, remiéndala mostrando a ese amigo o amiga el amor y el perdón de Jesús.
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