Visión nocturna

Bruno se estiró y bostezó, observando perezosamente la fogata. Estaba en un viaje para acampar con su grupo de la iglesia, y estaba cansado. El niño empezó a cabecear y sus ojos se le cerraban. Pero, de repente, se sentó derecho y se despertó por completo, cuando un ruido espeluznante que venía de lo profundo del bosque oscuro. «Uh, uh, uh». Todos trataron de ver qué sucedía en la oscuridad, y Bruno y otros niños se acercaron un poco más al fuego brillante y reconfortante.

—Solo es nuestro amigo, el Señor Búho —les dijo el señor López, su líder de grupo—. Supongo que está listo para salir a cazar para su cena. Ahora, veamos qué saben ustedes sobre los búhos. ¿Qué clase de pico tienen?

—¡Picos encorvados! —alguien gritó.

—Correcto —afirmó el señor López—. ¿Cómo son sus garras?

—¡Son afiladas! —alguien más respondió.

—Oigan, ustedes sí que saben —comentó el señor López—. Los búhos tienen, además, ojos interesantes. ¿Quién me puede decir algo de esos ojos?

—Pueden ver en la oscuridad —ofreció un chico.

—¡Correcto! Tienen visión nocturna, así que duermen durante el día y cazan por la noche. Sus ojos son muy sensibles y, cuando vuelan alto, pueden ver animales muy pequeños en la tierra.

Nuevamente oyeron ulular a un búho en el bosque. «Uh, uh». Esta vez, Bruno no sentía tanto miedo. Hablar sobre los búhos hizo que el sonido pareciera más amigable.

—La buena noticia es que los búhos no comen niños —aseguró el señor López con una carcajada—. Y, a pesar de que tienen una visión increíble, no es nada en comparación con la forma en que Dios puede ver. La Biblia dice que «en todo lugar están los ojos del Señor». Poder ver todo al mismo tiempo es tener la mejor visión, ¿no creen?

—Sí, pero también asusta un poco —opinó uno de los niños.

—Bueno, sí nos asustaría saber que Dios ve cuando hacemos algo malo —señaló el señor López—. Pero Jesús nos perdona cuando confesamos nuestras ofensas. Él nos ve y nos entiende cuando parece que nadie más lo hace. El Señor nos ama y nos ayuda, y también ve las cosas buenas que hacemos por amor a Él. Eso me reconforta siempre —el señor López se puso de pie y se estiró—. Es hora de dormir —anunció—. Dios los vigilará toda la noche. Recuérdenlo y duerman bien.

CAROLYN E. YOST 

DIOS VE TODO

VERSÍCULO CLAVE: PROVERBIOS 15:3

EN TODO LUGAR ESTÁN LOS OJOS DEL SEÑOR, OBSERVANDO A LOS MALOS Y A LOS BUENOS.

¿Te alegra que Dios pueda ver todo en todo el mundo al mismo tiempo, aun dentro del corazón de las personas? Él sabe todo lo que piensas, sientes y haces, y entiende todo sobre ti. Lo mejor de todo es que te ofrece Su perdón por las cosas malas que haces, y promete que cuidará de ti y te ayudará a hacer lo correcto. Encuentra consuelo en el hecho que Dios te ve, te ama y siempre cuida de ti.