Único e irrepetible

A Quino le gustaba correr, pero nunca podía ser tan rápido como sus hermanos mayores. Disfrutaba mucho pintar, peor nunca lo hacía tan bien como su hermana mayor, así que no lo había con frecuencia. Parecía que, en todo lo que Quino hacía, siempre había alguien que era mejor que él.

Un día, el niño le expresó sus sentimientos a su abuelita, mientras le ayudaba a bajar las compras del supermercado del automóvil.

—Hay muchas cosas para las que eres bueno —aseguró la abuela, entregándole una bolsa para que la llevara adentro de la casa.

Quino suspiró.

—Pero los demás son mejores que yo.

La abuela negó con la cabeza mientras lo guiaba a la casa.

—No en todo. Dios también te ha dado talentos especiales.

—¿Como cuáles? —preguntó Quino.

—Eres muy bueno cuando jugamos juegos de mesa —declaró la abuela—. Y me encanta leer las historias que escribes.

Quino metió algunas latas en la alacena.

—Pero quisiera ser rápido como mis hermanos.

—Quizá lo seas cuando crezcas un poco más —opinó la abuela—. Pero aun si nunca lo fueras, está bien. Dios nos da a cada uno de nosotros talentos únicos. Sería aburrido si todos fuéramos iguales.

Quino se quedó pensando en eso.

—Sí, supongo que sí sería aburrido.

—Cuando era joven, quería ser actriz como mi hermana. Ella estaba en las obras de teatro de la escuela y eso me parecía tan genial. Pero si hubiera dado la audición para la obra de teatro y me daban un papel, entonces no hubiera sido porrista, y eso se convirtió en algo que me encantaba hacer y me ayudó a formar amistades duraderas —la abuela rodeó a su nieto con su brazo—. Dios nos hizo a todos únicos e irrepetibles, y nos da a cada uno diferentes talentos. Pero a veces nos quedamos tan estancados en la comparación con los demás, que nos olvidamos por qué Dios nos dio nuestros talentos en primer lugar, para que podamos usarlos para que los demás vean que pertenecemos a Jesús y a demostrarles Su amor —ella le dio un beso en la cabeza—. Dios siempre está feliz contigo, tal como eres, Quino, y yo también.

—Gracias, abuelita —el niño la abrazó—. Si realmente te gustan mis historias, puedo escribirte más, en lugar de preocuparme por ganarles a mis hermanos en una carrera.

Su abuela sonrió.

—Sí me gustan, y eso me encantaría.

BETHANY ACKER

DIOS NOS HIZO A TODOS ÚNICOS E IRREPETIBLES

VERSÍCULO CLAVE: ISAÍAS 64:8

PERO AHORA, OH, SEÑOR, TÚ ERES NUESTRO PADRE, NOSOTROS EL BARRO, Y TÚ NUESTRO ALFARERO; OBRA DE TUS MANOS SOMOS TODOS NOSOTROS.

¿Cuáles son algunos de tus talentos especiales? ¿Estás agradecido por la forma en que Dios te hizo, o estás demasiado ocupado comparándote con tus hermanos, amigos y con todos los demás? Dios nos hizo a cada uno de nosotros únicos e irrepetibles, para que podamos reflejar Su bondad y Su amor a nuestra manera especial. En lugar de desear que pudieras ser como otra persona, enfócate en tus propios talentos y confía en que Dios te ayudará a usarlos para guiar a otros hacía Él.

Clave de Hoy
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