Una nueva apariencia
—Me encantan los anteojos que elegiste, Elena —comentó su madre cuando llegaron a casa después de una cita con el oftalmólogo—. ¡Te quedan muy bien!
La niña suspiró mientras se sacaba su abrigo y lo colgaba en el armario.
—Eso me dijeron también en el consultorio del doctor, pero… —Elena se sacó sus anteojos y se frotó los ojos—. Peor en realidad no quiero llevar mis anteojos a la escuela mañana, mamá. ¿Y si los chicos se burlan de mí?
—Oh, hija, muchos niños usan anteojos, y los tuyos se ven muy lindos —aseguró la madre—. No tengas miedo de que los demás niños de la escuela vean que ahora usas anteojos. Si alguien te molesta, avísame, pero estoy seguro de que los chicos se acostumbrarán con el tiempo a tu nueva apariencia.
Elena miró los anteojos que tenía en su mano.
—Creo que tienes razón —dijo mientras se los volvía a poner—. Que se burlen no será tan malo como no poder ver bien.
—Exactamente —mamá puso su cartera en la mesa y colgó su abrigo—. ¿Sabes? Recuerdo que también tenía miedo de que se burlaran de mí por ni nueva apariencia cuando tenía tu edad.
—¿En serio? —Elena se dejó caer en el sillón—. ¿También tuviste que usar anteojos?
—No —respondió su madre—. Tenía miedo de que los chicos se burlaran de mí si se enteraban de que era cristiana.
—Oh —expresó Elena—. ¡Me parece que ese es un cambio mucho más fuerte que empezar a usar anteojos!
Mamá asintió.
—Era una nueva cristiana y estaba emocionada de ser una seguidora de Jesús y de tenerlo en mi vida. Pero cuando estaba con mis amigos, todavía hablaba y actuaba como siempre. Tenía una nueva vida, pero tenía miedo de que mis amigos se burlaran de mí si les dejaba ver el cambio que Jesús había hecho en mí —la madre sonrió a su hija—. Así cómo tú debes ponerte tus nuevos anteojos, yo debía revestirme de mi nueva persona. Tenía miedo de hacerlo… como todos, a veces, pero Dios trabajó en mi corazón y me ayudó a ser lo suficientemente valiente como para mostrarles a mis amigos mi nueva apariencia.
Elena sonrió.
—¡Mañana seré valiente! —declaró—. Me pondré mis nuevos anteojos, ¡y confiaré en Dios para que me ayude también a revestirme de mi nueva persona!
RITA VALLADARES
PERMITE QUE LOS DEMÁS VEAN TU NUEVA VIDA
VERSÍCULO CLAVE: COLOSENSES 3:17
Y TODO LO QUE HAGAN, DE PALABRA O DE HECHO, HÁGANLO TODO EN EL NOMBRE DEL SEÑOR JESÚS.
¿Tienes miedo de que se te burlen porque eres cristiano? ¿Dudas al momento de dejar que tus amigos vean la diferencia que Jesús hace en tu vida? Dios te ha convertido en una nueva persona y te ayudará a quitarte tu vieja persona para revestirte de la nueva. Recuerda que Él está contigo y te dará valentía, aun si la gente se burla de ti. Confía en que el Señor te ayudará a demostrar a otros la nueva vida que te ha dado.
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