Una luz especial

—¡Guau! ¡Mira eso! —exclamó Lea. Ella y su padre estaban haciendo su tour anual para ver las luces de Navidad en su ciudad. Papá se estacionó a un lado de la calle para que pudieran mirar bien a la casa que había ganado el premio por tener la mejor decoración de luces. Mientras seguían por su camino, se pusieron de acuerdo en que ningún otro lugar podía compararse con la casa que ganó el premio.

El día siguiente era el primero de las vacaciones de Navidad de Lea.

—Me alegra no tener escuela por un tiempo —dijo durante el desayuno—. No puedo hacer nada bien en la escuela. No leo bien, no tengo buena ortografía y soy mala para matemáticas —la niña suspiró profundamente—. Soy un fracaso.

—Hija —le dijo su padre—, sé que la escuela es difícil para ti, pero… —él hizo una pausa—. Ve a traer tu abrigo —le dijo cuando Lea terminó su desayuno—. Quiero mostrarte algo.

La niña se levantó de un brinco, emocionada, y salió al automóvil con su padre.

—¿A dónde vamos? — preguntó mientras conducían por la ciudad.

—Ya lo verás —contestó papá. En pocos minutos se estacionó a un lado de la calle—. ¿Reconoces este lugar?

—Es la casa que vimos anoche, ¡la que tenía esas luces hermosas! —exclamó Lea, sorprendida—. Ahora se ve diferente. No se ve especial para nada.

—Tienes razón —afirmó papá—. Es cuando miramos cómo brillan las luces en la noche que esta casa se ve hermosa. Pensé en eso cuando dijiste que no puedes hacer nada bien. Como puedes ver, puede que no nos sintamos que somos especiales, específicamente cuando no podemos hacer las cosas tan bien como quisiéramos. A lo mejor podríamos pensar que somos tan comunes y corrientes como esa casa se mira en este momento. Pero Jesús nos ama, sin importa lo que podamos o no podamos hacer, y es debido a que confiamos en Él que tenemos algo especial: tenemos la luz de Su amor. La gente necesita ver esa luz, la luz de Jesús en nosotros —el padre sonrió—. Hija, quiero que sepas que el amor de Jesús brilla a través de ti, y eso es mucho más importante que sacar buenas calificaciones en la escuela. Eres una luz especial que brilla y resplandece para Jesús en la noche.

SARA L. NELSON

SÉ UNA LUZ PARA JESÚS

VERSÍCULO CLAVE: MATEO 5:14

USTEDES SON LA LUZ DEL MUNDO.

¿Alguna vez te has sentido como un fracaso? ¿Te parece que no puedes hacer nada bien o que no tienes ningún talento o habilidad especial? Eres especial porque Dios te hizo y Él te ama, y si conoces a Jesús como tu Salvador, Él te ha dado todo lo que necesitas para ser una luz para Él en el mundo. ¡Usa esa habilidad especial para hacer brillar Su luz delante de todas las personas que se crucen en tu camino!

Clave de Hoy
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