Una lección de Tigre

—Ya fue suficiente televisión por hoy, Simón —dijo la abuela mientras apagaba el dispositivo—. ¿No tienes que hacer tareas?

Simón se encogió de hombros.

—No importa, abuelita —él se estiró y cargó a Tigre, el gato callejero que su abuela había rescatado—. Aun si la hiciera, la señora Estévez no me quiere.

—Pensé que te gustaba su clase. ¿Qué pasó? —preguntó la abuela.

—Sí me gusta. Pero olvidé hacer mi tarea un par de veces y ahora siempre me pregunta si la hice.

—Eso no significa que no te quiera, Simón —aseguró la abuela—. Ella se preocupa por ti y quiere ayudarte a ser responsable y que cumplas con tu tarea.

—Pero no me deja ir a la esquina de los rompecabezas a la hora de hacer tareas, a menos que haya terminado la mía. Y si le digo que ya la hice, ¡no me cree! Me pide que le muestre mi trabajo —Simón acarició el pelaje en el lomo de Tigre, haciéndolo ronronear—. Ella no hace eso con nadie más.

—Ya veo —comentó la abuela—. Simón, ¿recuerdas cuando rescaté a Tigre?

El niño recordaba lo flaquito que estaba el gato. Su pelaje de rayas estaba sucio y tenía una oreja desgarrada—. Tigre b y bufaba y arañaba a todos lo que se le acercaban —respondió Simón.

La abuela asintió.

—Tigre había sido maltratado. Le costaba confiar otra vez en las personas. Yo le hablé con delicadeza y le ofrecí sus comidas favoritas por muchos días. Entonces, una mañana Tigre terminó de comer y frotó su pelaje en mis piernas. Pasó más tiempo para que confiara en mí lo suficiente como para que me dejara acariciarlo.

—Pero ahora ya está bien —opinó Simón mientras acariciaba con delicadeza al gato, que seguía ronroneando—. Supongo que se dio cuenta de que no le vamos a hacer daño.

—A veces, cuando cometemos errores, las personas necesitan tiempo para confiar otra vez en nosotros, así como Tigre —explicó la abuela—. Pero eso no significa que debemos rendirnos. Jesús siempre perdona nuestras ofensas y nos da la fuerza para hacer lo correcto. Él nos ayudará a demostrar a los demás que pueden volver a confiar en nosotros. Pero tal vez eso tome tiempo.

—¿Quieres decir que, si sigo haciendo mi tarea, con el tiempo la señora Estévez no tendrá que seguirme haciendo acuerdo?

—No solo eso, Simón —declaró la abuela—. También le demostrarás a ella, y a ti mismo, que tienes el poder de cambiar porque tienes a Jesús.

Heidi J. Schmidt

LA CONFIANZA TOMA TIEMPO

VERSÍCULO CLAVE: Lucas 16:10 (NTV)

SI SON FIELES EN LAS COSAS PEQUEÑAS, SERÁN FIELES EN LAS GRANDES.

¿Has perdido la confianza de alguna persona por un error que cometiste? ¿Has sentido que te cansaste de demostrar que has cambiado? Recuerda que Dios trabaja a través de las personas que cometen errores. El apóstol Pablo cometió grandes errores antes que Jesús lo salvara. Depende de Jesús para que encuentres la fuerza para hacer lo correcto, y pídele que ayude a los demás a notar el cambio.

Clave de Hoy
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