Un ritmo diferente

—Mírale a ese chico —comentó Renata cuando ella y su madre esperaban en un semáforo en rojo—. ¡Prácticamente está bailando por la calle en lugar de caminar! Se ve tan gracioso con su cabeza que se balancea de arriba debajo así.

—Creo que está oyendo música —opinó mamá—. ¿Ves que está con audífonos?

—Sí —afirmó Renata—. Está caminando al ritmo de la música que escucha, ¿verdad?

—Me parece que sí —la madre sonrió al ver cómo el hombre bailaba en la esquina, mientras esperaba que se encendiera el semáforo para que los peatones pudieran cruzar—. ¿Sabes? Ese hombre me recuerda a nosotras como cristianas.

Renata puso una sonrisa traviesa para su madre.

—¿Estás diciendo que nos vemos así cuando cantamos alabanzas en la iglesia?

Mamá soltó una carcajada.

—En realidad, estaba pensando en nuestro caminar con Jesús en este mundo —explicó—. Jesús nos dice en la Biblia que seguirlo como nuestro Señor y Salvador hará que estemos desincronizados con el resto del mundo. Cuando escuchamos a Jesús y recordamos que Él nos ha cambiado y nos ha dado vida eterna, caminamos a un ritmo diferente. Cuando seguimos Sus caminos en lugar de seguir la corriente con lo que todos los demás están haciendo, puede que los demás crean que somos muy raros.

—Eso es verdad —aseguró Renata—. A veces los niños de la escuela se ríen de mí cuando me rehúso a hacer trampa en mi tarea o cuando trato de ser amable con los chicos que no les caen bien.

—La gente en el trabajo también piensa que soy rara a veces —le contó su madre—. Jesús dice que Su Reino no es de este mundo, lo que significa que Sus caminos son muy diferentes a lo que podríamos ver a nuestro alrededor. El mundo nos dice que sigamos nuestros propios deseos y que hagamos lo que nos hace sentir bien, pero Dios dice que debemos seguirlo y obedecerlo a Él. ¿Y quién te ama más, Dios o el mundo?

—¡Dios! —exclamó Renata.

—Sí —declaró mamá. El semáforo se puso en verde y ella siguió conduciendo—. Dios nos ama tanto que Jesús murió para salvarnos, así que podemos confiar en que Sus caminos son mejores.

—Ajá —expresó Renata, dándose vuelta para mirar por última vez al hombre que bailaba en la vereda, antes de perderlo de vista—. Quiero caminar al ritmo de Jesús y no preocuparme por lo que las otras personas piensen de mí.

LYNDEL F. WALKER

CAMINA AL RITMO DE JESÚS

VERSÍCULO CLAVE: COLOSENSES 3:2

PONGAN LA MIRA EN LAS COSAS DE ARRIBA, NO EN LAS DE LA TIERRA.

¿Estás caminando a un ritmo diferente que el resto del mundo? ¿Los demás se ríen de ti o creen que eres raro porque sigues a Jesús? La forma en que Dios nos llama a vivir muchas veces es muy diferente a cómo la sociedad o las otras personas dicen que deberíamos vivir. En lugar de vivir para agradarnos a nosotros mismos, Jesús nos dice que vivamos una vida de amor y obediencia que demuestre que pertenecemos a Dios. Confía en que Él te ayudará a seguir Su ritmo mientras caminas con Él en esta vida.