Un lugar especial

—¿A dónde irán a almorzar hoy? —preguntó Alma. El prometido de su hermana Carmen había llegado y estaban listos para salir.

—Vamos a ese pequeño restaurante llamado «Tu lugar especial» —respondió Josué—. Solo que nosotros lo llamamos «Nuestro lugar especial».

—Ustedes van mucho allá, ¿verdad? —inquirió Alma—. ¿Por qué van siempre a ese lugar?

—No vamos siempre allá, pero es nuestro lugar favorito —comentó Carmen—. Es acogedor y tranquilo. Es un buen lugar para conversar.

—Fuimos allá en nuestra primera cita —dijo Josué, apretando la mano de su novia.

—Y ahí es donde Josué me propuso matrimonio —agregó Carmen—. Nos encanta pasar tiempo juntos en nuestro lugar especial.

Después que se fueron, Alma caminó hacia la sala.

—Carmen y Josué pasan mucho tiempo juntos —murmuró para sí misma—. Supongo que debe ser porque se aman.

Mientras lo pensaba, Alma recordó el sermón que había oído en la iglesia esa semana:

—Jesús nos ama y quiere pasar tiempo con nosotros —había dicho el pastor Gonzalo—. Cuando apartamos tiempo para hablar con Él y escuchar lo que nos dice en la Biblia, eso ayuda a que nuestra relación con el Señor crezca y se haga más profunda.

Alma estaba tratando de hacer eso, pero a veces era difícil encontrar un lugar donde pudiera estar sola. Ella compartía su habitación con su hermana menor, Lea, y muchas veces, cuando pensaba en hacer su devocional, Lea estaba ahí. «¡Ya sé!», pensó la niña. «Necesito un lugar especial para hablar con Jesús, así como Carmen y Josué tienen un lugar especial para conversar. ¿Dónde podría ser?». Ella decidió preguntárselo a su madre.

—¡Esa es una excelente idea! —dijo su madre después que Alma le explicó lo que quería—. A ver… creo que podríamos arreglarte una esquina en el sótano. Podrías usar la silla cómoda y la mesita.

—Voy a poner mi Biblia y mi diario en la repisa, bajo la ventana —agregó Alma.

—Podrías hacer un letrero que diga «No molestar» y ponerlo en la puerta del sótano —sugirió mamá—. Así el resto de la familia sabrá que no puede interrumpirte.

Alma se entusiasmó cada vez más mientras arreglaba el lugar especial para su tiempo con el Señor.

HAZEL W. MARETT

APARTA TIEMPO PARA ENCONTRARTE CON JESÚS

VERSÍCULO CLAVE: MARCOS 1:35

LEVANTÁNDOSE MUY DE MAÑANA, CUANDO TODAVÍA ESTABA OSCURO, JESÚS SALIÓ Y FUE A UN LUGAR SOLITARIO, Y ALLÍ ORABA.

¿Te cuesta tener privacidad cuando quieres pasar tiempo con el Señor? Jesús experimentó lo mismo cuando estaba en la tierra, así que se levantaba muy temprano para irse a un lugar tranquilo a orar. Si es posible para ti, arregla un lugar especial para encontrarte con Jesús cada día. Puede ser en tu propia habitación, una esquina tranquila en tu casa o apartamento o incluso algún lugar afuera. Encuentra un lugar tranquilo para que pases tiempo con Jesús, y después encuéntrate ahí con Él regularmente.