Un hilo de felicidad

—¿Viste ese brazalete tan feo  que está usando Megan? —susurró Viviana a las niñas que estaban sentadas con ella en el autobús, pero Megan la oyó y bajó la mirada para ver el brazalete que ella y su abuela habían hecho juntas. Espaciadas con cuentas brillantes había letras que deletreaban G-O-Z-O. Megan estaba emocionada por usar su nuevo brazalete, pero ahora le parecía ridículo. Entonces pasó rápidamente frente a Viviana y a sus amigas para bajarse del autobús.

—Hola, cariño —le saludó su abuela cuando entró en la casa—. ¿Quieres un bocadillo antes que terminemos tu collar?

—Abuelita, ¿podríamos hacer otra cosa hoy?

—Claro que sí, hija, pero ayer estabas tan emocionada haciendo las joyas.

—Sí estoy emocionada. Es solo que Viviana les dijo algo a las otras niñas sobre mi brazalete —Megan suspiró—. Se supone que ella es mi amiga.

—Bueno —comentó la abuela—, tengo algo que quiero mostrarte. Entonces, si todavía no quieres terminar tu collar hoy, haremos algo más —la anciana guio a su nieta al cuarto de manualidades. En las repisas había frascos que contenían cuentas de muchas formas y colores. La abuela tomó un frasco escondido detrás de los otros—. Estaba guardando esto para un proyecto especial —ella sacó una cuenta roja y grande en forma de corazón—. ¿Qué tal si la agregas a tu collar?

Megan miró el collar que había empezado a armar el día anterior. El hilo ya estaba lleno, solo quedaba espacio para el broche.

—Abuela, ya no hay espacio. Tendría que sacar algunas cuentas.

—¿Sabes? La amistad es como poner cuentas en el hilo —explicó la abuela—. Tienes que decidir con qué quedarte y qué poner a un lado. Tenemos momentos tanto felices como dolorosos con nuestras amigas. Pero si nos aferramos a los momentos dolorosos, no tendremos espacio para nada más. Perdonar a las amigas cuando nos han herido hará espacio para el gozo —la abuela soltó con cuidado algunas cuentas para hacer espacio en el hilo. Ensartó el corazón en el collar y se lo entregó a Megan—. Cuando sea difícil perdonar, podemos ir a Jesús —aseguró su abuela—. Él es el amigo que siempre nos perdona y nos ayudará a perdonar a otros.

—Tengo que perdonar a Viviana —expresó Megan mientras metía más cuentas en el hilo—. Entonces tendré espacio para más momentos felices como amigas.

HEIDI J. SCHMIDT

PERDONA Y HAZ ESPACIO PARA EL GOZO

VERSÍCULO CLAVE: COLOSENSES 3:13

SOPORTÁNDOSE UNOS A OTROS Y PERDONÁNDOSE UNOS A OTROS, SI ALGUIEN TIENE QUEJA CONTRA OTRO. COMO CRISTO LOS PERDONÓ, ASÍ TAMBIÉN HÁGANLO USTEDES.

¿Te estás aferrando a algo que alguien hizo o dijo que te hizo daño? Duele cuando otras personas hacen o dicen cosas crueles, especialmente si es un amigo. Pero recuerda que, si eres cristiano, Jesús te ha perdonado por todas las cosas hirientes que has dicho y hecho. Hazles saber a tus amigos cuando te hagan daño, y después perdónales para que tengas espacio para más momentos alegres juntos.

Clave de Hoy
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