Un hermoso cuadro
No había sido una buena semana. En primer lugar, Alicia no consiguió el papel que quería en una obra de teatro que iban a hacer en su clase. Después se lesionó el brazo en la clase de educación física. Para colmo de males, descubrió que la mancha de su blusa favorita no salió después de lavarla.
—Todo me está saliendo mal —le dijo Alicia a su madre en un mar de lágrimas.
Mamá acababa de regresar de hacer compras y había puesto sobre la mesa un paquete rectangular grande, envuelto en papel.
—Lo siento, hijita —expresó, dándole un abrazo a la niña—. A veces parece que todo sale mal al mismo tiempo, ¿verdad? Pero no olvides que Jesús todavía te ama y está contigo. ¿Recuerdas todos esos versículos que leímos que hablan de confiar en que Dios hará lo mejor para nosotras?
Alicia suspiró.
—No sé cómo todas estas cosas que me pasan pueden ser para mi bien, ¡mucho menos cómo podrían ser lo mejor!
La madre tomó unas tijeras y empezó a cortar un pequeño agujero en el papel que cubría el paquete.
—¿Qué estás haciendo? —preguntó Alicia—. ¿Qué hay en el paquete?
—Compré un cuadro para colgarlo en la sala —mamá sostuvo el paquete para que Alicia lo viera—. ¿Qué te parece?
—Ábrelo para que pueda verlo —indicó la niña.
—Mira por el hoyo en la envoltura —sugirió la madre.
Alicia frunció el ceño, pero entrecerró los ojos y trató de ver a través del agujero.
—Este hoyo es muy pequeño. ¡No puedo ver lo suficiente para saber cómo se ve el cuadro!
—Tienes razón —afirmó mamá—. Pero lo que realmente quiero que veas es que la vida es como este cuadro.
—¿En serio? —preguntó Alicia, sorprendida—. ¿Cómo?
—Solo podemos ver una pequeña parte de nuestras vidas. Vemos lo que está pasando ahora, pero no cómo encaja en el plan general de Dios. Es como si lo estuviéramos viendo por un agujero pequeño. Pero Dios puede ver el cuadro completo y sabe exactamente lo que necesitamos para moldear nuestras vidas y convertirlas en el hermoso gran cuadro de lo que Él ha planeado. Solo tenemos que confiar en Él, esperando ansiosamente el día en que Jesús regrese y todo el cuadro sea revelado —mamá sonrió a Alicia—. Ahora desempaquemos este cuadro. Creo que te parecerá realmente hermoso.
Richard S. Maffeo
DIOS TIENE EL CONTROL
VERSÍCULO CLAVE: Proverbios 3:5
CONFÍA EN EL SEÑOR CON TODO TU CORAZÓN, Y NO TE APOYES EN TU PROPIO ENTENDIMIENTO.
¿Te preguntas cómo las cosas malas que suceden en tu vida podrían traer algo de bueno? Ten en mente que solo puedes ver una pequeña parte de tu vida, pero Dios ve todo. A veces Él permite que pases por cosas difíciles que usará para ayudarte a crecer en tu fe. Confía en el Señor en los tiempos difíciles, porque sabes que Jesús entiende lo que estás viviendo y promete que estará contigo hasta que lo veas cara a cara.
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