Tras bastidores

—Pon aquí el bloque azul, Maya —le dijo Atlas mientras ayudaba a su hermanita de cuatro años a construir una torre con bloques. Cuando la estructura estuvo casi terminada, Maya haló un bloque verde cerca de la base. La torre se tambaleó y luego cayó—. ¡Maya, la arruinaste! —exclamó el hermano mayor—. ¿Por qué lo hiciste?

—Quiero este bloque verde y bonito arriba para poder verlo —respondió la pequeña.

En ese momento, sonó el teléfono de la madre de los niños.

—Atlas, es para ti —indicó mamá, mostrándole el mensaje de texto—. Tu líder del grupo de jóvenes quiere que lo llames.

El niño tomó el celular de su madre y salió al pasillo. Unos minutos más tarde, regresó a la sala.

—Él quiere que vaya al repaso para la obra de teatro que van a hacer —comentó Atlas—. No quedan muchos papeles en la obra, pero necesitan que alguien les ayude a mover la utilería entre las escenas —él frunció el ceño—. No soy lo suficientemente bueno para ser parte de la obra, ¡pero sí soy bueno para mover objetos! Bueno, no tengo ganas de ir solo para mover las cosas de un lugar a otro. ¡Cualquiera puede hacerlo!

—Pero la producción no será tan efectiva si la utilería no está en el lugar correcto —explicó mamá—. Puede que moverla no parezca tan glamoroso como actuar en la obra, pero es una tarea muy importante —ella hizo una pausa y luego agregó—. Es como el bloque que Maya sacó de la torre que estaban construyendo.

—¿A qué te refieres? —preguntó Atlas.

—Maya solo sacó un bloque que no se veía mucho —indicó la madre—. Entonces, ¿por qué la torre se derribó?

—Porque los bloques de abajo sostienen el resto de la torre —contestó Atlas.

—Bueno, lo mismo pasa cuando las personas trabajan juntas para el Señor —declaró mamá—. Cada obrero tiene igual importancia ante los ojos de Dios. El Señor valora todo lo que hacemos por amor hacia Él, ya sea que estemos en un escenario o tras bastidores, y podemos confiar en que Él usará nuestro trabajo para guiar a otros a Jesús y Su amor por nosotros.

—Haces que parezca que mover muebles para una obra de teatro es compartir de Jesús con las personas —opinó Atlas.

La madre se encogió de hombros.

—Jesús dice que todo lo que hagamos debemos hacerlo para Él.

Después de un momento, Atlas asintió.

—Está bien —afirmó—. Ayudaré a mover la utilería.

Tanya K. Marshall

DIOS VALORA TODO LO QUE HACEMOS PARA ÉL

 VERSÍCULO CLAVE: Colosenses 3:23 (NVI)

HAGAN LO QUE HAGAN, TRABAJEN DE BUENA GANA, COMO PARA EL SEÑOR Y NO COMO PARA NADIE EN ESTE MUNDO.

¿Has hecho algo para ayudar y te has preguntado si hizo la diferencia? Lo que realmente importa es que hagas cualquier trabajo que Dios te dé para Él, no por el reconocimiento de las personas. Cuando hacemos todo por amor a Dios, Él usa nuestro fiel servicio para guiar a las personas a Jesús, quien vino a la tierra para servirnos al morir por nuestros pecados. Sabe que Dios valora tu trabajo, aun si es tras bastidores.

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