Terminar la carrera

Adán quedó viendo los árboles cuando iban de camino a casa, después de la escuela.  Todavía hacía calor afuera, pero algunas de las hojas habían empezado a cambiar.  Su trance fue interrumpido cuando llegaron a su calle.

“¿Puedo faltar a la carrera de mañana, mamá?”, preguntó el niño.

“¡Qué! ¿Por qué?”, exclamó su madre.

“Me pongo nervioso antes de cada carrera y eso me hace sentir con náuseas”, confesó Adán.  “Es la última carrera.  No debería ser para tanto”.

“Hijo, sé que es difícil, pero es importante que corras mañana.  Eres parte del equipo de carreras a campo traviesa.  Solo cuida tu ritmo, enfócate en la meta y en lo bien que te sentirás al cruzarla”.

Al día siguiente, Adán respiró profundamente mientras se estiraba antes de la gran carrera de campo traviesa de su escuela.  Sus nervios lo persiguieron hasta que estuvo en la línea de salida. 

¡PUM!  El disparo sonó y los corredores salieron como un rayo.  Adán avanzó por la pista, pero se quedó en la mitad del grupo.  Sus nervios desaparecieron mientras trotaba los 5 kilómetros.  Llegó hasta el último giro, corrió a toda velocidad y cruzó la línea de la meta.

El niño puso sus manos en las caderas y caminó por el pasto con una gran sonrisa en su rostro.  Su cabeza de daba vueltas, pero no le importaba.  Estaba tan feliz de haber terminado su carrera.

“¡Lo lograste!”, gritó la madre de Adán, abrazando a su hijo.  “¿Estás aliviado?” 

“Bastante”, respondió Adán.

“¿Sabes?  Esto me recuerda a la lección que aprendimos en la iglesia la semana pasada en la iglesia”, comentó mamá.  “El pastor leyó Romanos 8, ¿recuerdas?  Nos decía que la vida será difícil.  Pasaremos por pruebas y sufrimientos, pero sin importar cuán dura sea, no será nada en comparación con nuestra recompensa en Jesús.  Un día Él nos dará cuerpos nuevos y perfectos, y viviremos con Él para siempre.  Cuando afrontemos dificultades en la vida, podemos anhelar la gloria de conocer a Jesús y confiar en que Él nos ayudará a superar los momentos duros”.

Adán se imaginó que Jesús lo esperaba al cruzar la línea de la meta, y su sonrisa se volvió aun más grande.  —  RAFE BELLERS

JESÚS SE ENCUENTRA EN LA META DE LA VIDA

VERSÍCULO CLAVE: ROMANOS 8:18

PUES CONSIDERO QUE LOS SUFRIMIENTOS DE ESTE TIEMPO PRESENTE NO SON DIGNOS DE SER COMPARADOS CON LA GLORIA QUE NOS HA DE SER REVELADA.

¿Estás afrontando una situación difícil en tu vida?  Vivimos en un mundo caído y todos atravesamos por pruebas.  Cosas como el divorcio, la pérdida de un ser querido o los problemas en la escuela pueden ser dolorosas y desalentadoras, pero no te rindas.  Mantén tus ojos fijos en la meta.  Jesús está contigo y un día regresará.  Su gloriosa presencia será mejor que cualquier otra cosa que hayamos vivido”.

Clave de Hoy
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