Te admira
—¡Oh, rayos! ¿Julia está aquí otra vez? —se quejó Lucas.
—Le dije a tu tía Megan que la cuidaría unas horas —le informó su madre—. ¿Cuál es el problema? Pensé que amabas a tu primita bebé.
—Ella me cae bien, supongo. Es que, cada vez que ella está aquí, Kevin me ignora por completo. No quiere jugar ni salir. Solo quiere cargar a Julia. ¿Qué les gusta tanto de los bebés, para empezar? —balbuceó Lucas—. Ni siquiera puede hacer nada.
—Déjame mostrarte algo que nos gustaba hacer contigo cuando eras un bebé —le indicó mamá mientras llevaba a su hijo donde estaban Julia con su hermano mayor, Kevin—. Se requiere un tiempo para que se desarrolle la vista de un bebé. Julia solo puede ver cosas que están a veinte centímetros de su cara.
—¿En serio? ¿Qué tan lejos es eso? —preguntó Lucas.
—Es justamente la distancia de quien la esté cargando —respondió su madre—. Mira esto —ella lentamente sacó su lengua de la boca y luego la metió, para que Julia la viera.
¡Y Julia comenzó a hacer lo mismo!
—La única vez que no es grosero sacar la lengua es cuando uno está jugando con un bebé —exclamó Lucas con una carcajada—. ¡Quiero intentarlo!
Para el deleite del niño, Julia también lo imitó.
—Tratemos con el «on ta bebé» —sugirió Kevin.
Lucas se cubrió la cara con las manos y, de repente, las retiró y dijo:
—¡On ta bebé! —Julia empezó a mover emocionada sus piernitas y a soplar de alegría. Entonces Kevin y Lucas hicieron nuevamente el truco de la lengua.
Cuando la tía Megan llegó, Lucas le pidió que dejara que Julia se quedara más tiempo.
—Parece que aprendiste a querer a Julia, Lucas —observó mamá.
—Cuando me di cuenta de que ella podía verme, fue divertido conectarme con ella —comentó Lucas.
—Y esa conexión es importante —aseguró su madre—. Julia estaba admirándote hoy y seguirá viéndote como un ejemplo mientras vaya creciendo. Así como disfrutas al tener la atención de tu hermano, los niños más pequeños serán felices cuando les des tu atención, y así les mostrarás también el amor de Dios. Él quiere que ayudemos a los niños más chicos a crecer al amarlos y cuidarlos como Él nos ama y nos cuida como Sus hijos.
—Supongo que eso significa que voy a tener que dejar de sacarle la lengua a Julia —bromeó Lucas con una sonrisa.
KELLY BAKSHI
CUIDA DE LOS NIÑOS MÁS PEQUEÑOS
VERSÍCULO CLAVE: FILIPENSES 2:4 (PDT)
QUE CADA UNO NO BUSQUE SU PROPIO BIEN, SINO EL DE LOS DEMÁS.
¿Les demuestras a los niños más pequeños que te importan? ¿Sabías que juegas un papel importante como niño mayor? Los bebés y nos niños más chicos siempre te están observando. No los ignores, ¡son regalos de Dios! Demuéstrales que son importantes al hablar y jugar con ellos y haciéndoles sentir amados. Cuando cuidas de los niños pequeños y les ayudas a aprender y a crecer, los estás guiando hacia el amor que Dios tiene para nosotros.
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