Superrápido
—La competencia de arte es mañana, así que asegúrense de terminar hoy sus macetas —indicó la señorita Barrios—. Su paso final es el sellante, pero no olviden…
—¿Qué le parece mi maceta, señorita Barrios? —Alex levantó su maceta por encima de su cabeza.
—Hiciste un trabajo fantástico, Alex, pero me interrumpiste mientras estaba hablando. Ahora, como les decía, deben esperar a que se seque completamente la pintura o el sellante arruinará su diseño. Por favor, sean pacientes.
—Creo que ganarás un premio, Alex —le dijo su amigo, Miguel.
Alex tomó el sellante.
—¡También seré el primero en terminar! ¡Mírame!
—¡Alex, espera! —Miguel señaló la pintura—. Todavía está fresca. ¿Recuerdas lo que dijo la señorita Barrios? Si no eres paciente, arruinarás el diseño de tu maceta.
—Ya esperé el tiempo suficiente —Álex aplicó el sellante Superrápido y puso su proyecto en la repisa—. ¡Gané! —gritó.
Antes de la competencia, Alex se paró afuera de la biblioteca, donde se exhibían las obras de arte.
—¿Ya es hora? —preguntó cuando vio a la señorita Barrios llegar para abrir la puerta—. ¿Puedo entrar? ¡Quiero ser el primero en entrar!
Cuando la puerta estuvo abierta, Alex corrió sin fijarse en las obras de arte de los demás.
—¿Dónde está mi maceta? —preguntó.
—Busca allá, Alex —la señorita Barrios apuntó a la mesa que exhibía las macetas que habían ganado los premios. El niño salió corriendo para allá.
—¡No la veo! ¿Dónde está mi maceta, señorita Barrios? —la maestra apuntó otra vez y Alex negó con la cabeza—. Esa no es la mía —entonces miró más de cerca y ahogó un grito—. ¡El sellante! ¡Arruinó mi diseño!
Miguel se acercó y rio al ver la maceta de su amigo.
—Tenías que ser más paciente, Alex. ¡El sellante hizo que tu maceta se vea rara!
Alex suspiró. Sus padres y su maestra de escuela dominical también le decían siempre que tenía que ser paciente porque Jesús era paciente y siempre pensaba en los demás, en lugar de solo pensar en Sí mismo. «Perdóname, Señor», oró en silencio. «Por favor, ayúdame a bajar la velocidad y a pensar en los demás. Siempre eres paciente conmigo y sé que puedes ayudarme a ser paciente también».
Miguel le dio un empujoncito.
—Mira, amigo, ¡ganaste un premio por la maceta más original!
Antes de la ceremonia para entregar los premios, la señorita Barrios preguntó a los ganadores si tenían algún nombre para sus obras de arte.
—Yo sí, maestra —dijo Alex—. La mía se llama Paciencia.
KELLY CARLSON
SÉ PACIENTE
VERSÍCULO CLAVE: SANTIAGO 1:19 (NVI)
TODOS DEBEN ESTAR LISTOS PARA ESCUCHAR, PERO NO APRESURARSE PARA HABLAR NI PARA ENOJARSE.
¿Sigues direcciones con paciencia o haces las cosas a tu manera? ¿Te apresuras a hacer las cosas sin pensar en los demás? No es fácil ser paciente, especialmente cuando algo te emociona o cuando sabes exactamente lo que quieres, pero la Biblia nos dice que seamos pacientes. Cuando bajes la velocidad y pienses bien las cosas, serás más amoroso y considerado con las personas que te rodean, así como Jesús.
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