Solo recíbela

—¡Te atrapé! —gritó Elías mientras tomaba otra de las piezas de Adrián del tablero del juego.

Adrián refunfuñó y luego le dio a Elías un suave empujoncito.

—Adrián —dijo la madre de Elías cuando entró en la habitación—, puedes quedarte a cenar, si deseas. Estoy haciendo pollo al horno con panecillos.

—¿De veras? ¡Gracias! —exclamó Adrián—. ¡Usted cocina riquísimo!

—Llámale a tu mamá y pídele permiso —indicó la madre de Elías—. Dile que te iremos a dejar en tu casa cuando vayamos a la iglesia… o puedes venir con nosotros.

—Está bien —afirmó Adrián. Después que la mamá de Elías se fuera, el niño se dirigió a su amigo—. Ustedes, sin duda, deben trabajar mucho para ser cristianos, ¿verdad?

—¿A qué te refieres? —preguntó Elías.

—Van a la iglesia todo el tiempo —contestó Adrián—. Y no pueden hacer algunas cosas.

—Pero eso no es lo que nos hace cristianos —aseguró Elías—. Confiar en que Jesús murió y resucitó para salvarnos es lo único que cuenta.

Adrián solo se encogió de hombros. Cuando la madre de Elías los llamó a la cocina, a Adrián se le hizo agua la boca con el aroma del pollo y de los panecillos.

—¿Hay algo que pueda hacer? —preguntó—. ¿Necesita ayuda para poner la mesa?

—No —respondió la madre de Elías—. Ya está hecho todo —ella sacó del horno un recipiente del que salía vapor—. ¡Solo tienes que comer!

Todos se sentaron y la mamá de Elías hizo una oración, y después le pasó el pollo a Adrián.

—¡Esto se ve delicioso! —expresó mientras metía su tenedor en una pierna del pollo. El niño comió un bocado y cerró los ojos—. Guau. ¡Creo que nunca podría cocinar así!

La madre de Elías sonrió.

—Adrián, te oí decir que ser cristiano parece mucho trabajo, pero es Jesús el que hizo todo el trabajo. Vamos a la iglesia y confiamos en Dios para que nos ayude a hacer lo correcto, debido a que Jesús nos ha salvado y lo amamos, no para hacernos cristianos. La salvación, es decir, ser salvos del pecado y tener vida eterna, es un regalo de Dios —ella le pasó el tazón con los panecillos al amigo de su hijo—. Es como la comida que preparé. No necesitas trabajar para tenerla. Solo recíbela.

Una sonrisa se dibujó en la cara de Adrián.

—Creo que lo haré —él mordió un panecillo y lo masticó, pensativo—. ¿Puedo ir con ustedes a la iglesia hoy? Quiero oír más sobre este regalo de Dios.

ESTHER M. BAILEY

RECIBE EL REGALO DE DIOS DE LA VIDA ETERNA

VERSÍCULO CLAVE: ROMANOS 6:23

LA DÁDIVA DE DIOS ES VIDA ETERNA EN CRISTO JESÚS SEÑOR NUESTRO.

¿Has recibido el regalo de la salvación? No hay nada que puedas hacer para ganarte un regalo. No puedes hacerte cristiano por hacer cosas buenas o por ir a la iglesia. Solo te conviertes en cristiano al aceptar el regalo de la vida eterna que Jesús te dio al morir por ti. Recibe ese regalo hoy al confiar en Él. (Haz clic aquí para que conozcas las Buenas Nuevas que Dios tiene para ti).