Sí tiene arreglo
Bruno se sentó en la mesa de la cocina y observó a su hermanita menor, Lucía, que trataba de engrapar varias hojas de papel que había coloreado en un libro. “Cuando tenía tu edad, tenía que poner todo mi peso en la engrapadora para lograrlo”, comentó.
De repente, Lucía se puso de pie, haciendo sonar la silla, lanzó su proyecto a la basura y salió corriendo hacia su habitación.
“Yo estoy aquí, si quieres…”, Lucía en encerró en su cuarto con un portazo, “…ayuda”, expresó su mamá, quien el libro de la basura y se puso a examinarlo. Lucía se las había arreglado para poner tres grapas en la mitad, pero no pudo darse cuenta de que, para que pudiera abrirse como un libro, tenía que engraparlo al costado. La madre golpeó la puerta de Lucía.
“Entra”, exclamó la niña, resoplando.
“Sé cómo arreglar tu libro”, aseguró su madre. “¿Quieres que te ayude?”
Lucía asintió y siguió a su mamá a la cocina. “Yo traté, ¡pero no puedo hacerlo!”, lloriqueó.
Mamá caminó hacia un cajón y lo abrió. “A veces los padres y madres saben cosas que los hijos no”, afirmó, sacando un removedor de grapas.
“Oh, sí, ¡he visto esos aparatos antes!”, señaló Lucía, mientras su rostro se volvía a iluminar.
Su madre quitó las grapas del centro y ayudó a la niña a engrapar los lados de las hojas. “Tendrá unos agujeritos en la mitad, pero funcionará de maravilla”.
Lucía abrazó su libro y luego a su mamá.
Bruno sonrió. “Es como lo que Dios hace con nosotros, ¿verdad, mamá? Él nos rescata de la basura y hace que podamos funcionar bien”.
La madre sonrió y abrazó a sus dos hijos. “Bruno, tienes razón. Dios puede rescatarnos y arreglar cualquier lío que hayamos causado, sin importar cuán grande sea. Todos hacemos cosas malas, pero Dios siempre está ahí para ayudarnos y perdonarnos cuando metemos la pata. No hay nada que Él no pueda arreglar”.
“¿Dios tiene un removedor de grapas?”, preguntó Lucía.
Bruno y mamá rieron. “No, Lucía. Él tiene algo mejor”, explicó su madre. “La sangre de Jesús nos rescata del pecado y nos hace nuevas personas. Su Espíritu Santo nos empodera para que vivamos a la manera de Dios”. – PEARL ALLARD
NO HAY VIDA QUE DIOS NO PUEDA ARREGLAR
VERSÍCULO CLAVE: SALMO 103:4 (NTV)
ME REDIME DE LA MUERTE Y ME CORONA DE AMOR Y TIERNAS MISERICORDIAS.
¿Sientes que tu vida no tiene arreglo? A lo mejor has hecho tantas cosas malas que sientes que es un lío que nadie puede arreglar. Ningún pecado está fuera del perdón de Dios, no hay persona que Dios no pueda arreglar. Él envió a Su Hijo, Jesús, para rescatarte del pecado y de la muerte, y Él te hará una nueva persona y siempre estará ahí para ayudarte. Pon tu confianza en Él. (Haz clic aquí para que conozcas acerca de las Buenas Nuevas que Dios tiene para ti).
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