Salvado de las olas

Nelson y sus padres estaban pasando unos días en la playa y al niño le encantaba jugar en el agua. Ese día se divertía mucho dejando que las olas lo llevaran de arriba hacia abajo mientras nadaba. Pero entonces las olas se hicieron más grandes y Nelson se dio cuenta de que estaba muy lejos y no podía tocar el fondo.

—¡Auxilio! —le gritó a su padre.

Papá rápidamente nadó adonde estaba su hijo y lo ayudó a regresar a la orilla.

—Gracias, papá —expresó Nelson, tratando de recobrar el aliento.

—A veces esas olas realmente pueden halarte hacia abajo —respondió papá.

Nelson tosió y asintió.

—¡De verdad me alegra que hayas estado ahí para salvarme!

—¿Cómo estuvo el agua en la tarde? —preguntó su madre cuando Nelson y su padre regresaron de la playa.

Nelson sonrió.

—Un poco fuerte —contestó.

Papá explicó lo que pasó mientras Nelson corría a cambiarse de ropa. Se puso sus pijamas, con la esperanza de solo cenar y relajarse por el resto de la noche.

—Vaya, te ves muy cómodo —comentó mamá cuando Nelson entró en la cocina. Ella le entregó platos de fruta fresca y sándwiches para poner en la mesa.

Su padre le dio palmaditas en el hombro y todos se sentaron a comer. Después de la cena, Nelson ayudó a sus padres a limpiar y después todos fueron a la sala para el devocional familiar.

—Tengo un versículo especial para esta noche. Combina perfectamente con el incidente que tuvimos esta tarde en la playa —indicó el padre.

Nelson escuchó a su papá leer Romanos 10:13.

—«Todo aquel que invoque el nombre del Señor será salvo» —él miró a su hijo—. Hoy te salvé de las olas, pero Jesús entregó Su vida para salvarnos de la muerte misma. La Biblia dice que nuestro pecado, es decir, las cosas malas que hacemos, lleva a la muerte y a la separación eterna de Dios. ¡Pero si confiamos en Jesús como nuestro Salvador, Él nos salvará del pecado y nos dará vida eterna!

Nelson había oído muchas veces en la iglesia que Jesús murió para salvarlo, pero nunca lo había entendido hasta ese día. Después de haber sido salvado de las olas esa tarde, Nelson comprendió claramente lo que Jesús había hecho por él.

—Creo que estoy listo para confiar en Jesús como mi Salvador —les dijo Nelson a sus padres.

LISA FULLER

CONFÍA EN JESÚS PARA QUE TE SALVE

VERSÍCULO CLAVE: JUAN 3:17

PORQUE DIOS NO ENVIÓ A SU HIJO AL MUNDO PARA JUZGAR AL MUNDO, SINO PARA QUE EL MUNDO SEA SALVO POR ÉL.

¿Has confiado en Jesús para que te salve? Dios te ama tanto que entregó a Su Hijo como un sacrificio por tus pecados, para que puedas tener vida eterna con Él. Jesús murió para tomar el pecado por las cosas malas que has hecho, y es el único que puede salvarte del pecado y de la muerte. Si no has confiado en Jesús para que sea tu Salvador, puedes hacerlo hoy mismo. (Haz clic aquí para que conozcas las Buenas Nuevas que Dios tiene para ti).

Clave de Hoy
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