Sacudidos
—Ahí está mi papá. ¿Quieres que te llevemos a casa, Tomás? —preguntó Ignacio un día, después de la escuela. Tomás asintió y los niños se subieron en el automóvil, a tiempo para escuchar un reporte de noticias sobre los trabajos de limpieza en una zona en la que había ocurrido recientemente un terremoto.
—¿Qué causa los terremotos? —le preguntó Ignacio a su papá.
—Bueno, la corteza de la tierra se parte en algunos lugares llamados fallas. A veces los costados de una falla se chocan unos con otros y provocan que la tierra tiemble. Si se mueven el uno contra el otro con suficiente fuerza, pueden sacudir tanto la tierra que hasta los edificios se caen.
Tomás frunció el ceño.
—¿Eso puede ocurrir aquí? —el niño imaginó que su casa se derrumbaba.
—Los terremotos suceden en todo el mundo, pero, según los mapas geológicos recientes, nosotros no vivimos cerca de ninguna falla importante en la corteza terrestre —explicó el padre de Ignacio—. Ya que estamos en un fundamento más sólido, no es probable que experimentemos un terremoto. Y si sucediera, probablemente no sería grave.
—¡Qué bien! —expresó Tomás—. Me alegra que mi casa esté en una tierra sólida.
El papá de Ignacio asintió.
—A mí también —él sonrió a Tomás—. Pero ¿sabías que también debemos construir nuestras vidas en un fundamento sólido? Eso es aún más importante que tener casas construidas en un lugar firme de la corteza terrestre.
Tomás se veía confundido.
—¿Construir nuestras vidas en un fundamento sólido? ¿Cómo lo hacemos?
Ignacio opinó:
—¡Hablamos de eso la semana pasada en mi clase de la iglesia! La lección era sobre una historia en la Biblia que trataba de un hombre sabio que construyó su casa sobre la roca y otro hombre necio que construyó su casa sobre la arena. Cuando vinieron las tormentas, la casa del sabio permaneció firme, pero la casa del necio quedó derribada.
—En la historia, las casas de los hombres representan sus vidas —explicó papá—. Podemos construir nuestras casas en un fundamento sólido o en el que se derribará durante las tormentas de la vida.
Ignacio asintió.
—La gente que confía en Jesús es como ese hombre sabio. Construyen sus casas sobre la Roca, que es otro nombre para Jesús.
—Correcto —aseguró el padre—. Jesús es nuestro fundamento firme y fuerte. Él murió y resucitó para salvarnos del pecado y darnos vida eterna, y Él puede sostenernos con firmeza, aun cuando todo en la vida esté sacudido.
NANCE E. KEYES
CONSTRUYE TU VIDA SOBRE JESÚS
VERSÍCULO CLAVE: 1 CORINTIOS 3:11
NADIE PUEDE PONER OTRO FUNDAMENTO QUE EL QUE YA ESTÁ PUESTO, EL CUAL ES JESUCRISTO.
¿Es Jesús el fundamento de tu vida? Él es el único fundamento que resistirá todas las pruebas de la vida y te ayudará a permanecer firme, aun cuando todo parezca derribarse a tu alrededor. Construye tu casa sobre la Roca al confiar en Jesús. (Haz clic aquí para que conozcas las Buenas Nuevas que Dios tiene para ti). Siempre que dependas del Señor y descanses en Su verdad y promesas, estarás listo cuando las tormentas de la vida aparezcan en tu camino.
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