Reflejos
Tamara puso pausa en el video de su celular y levantó la pantalla mientras se veía al espejo. Se había esforzado por mucho tiempo para tratar que su cabello se viera con el de la jovencita en el tutorial de internet. La niña se volvió a su hermana.
—¿Me veo como ella?
Sienna se encogió de hombros.
—Tal vez un poquito. Vamos, ya tenemos que irnos. Mamá y papá nos están esperando.
Las niñas corrieron al automóvil. Mientras iban de camino al lago, Tamara mencionó nuevamente a la jovencita del tutorial.
—Es tan hermosa —opinó al mirar fijamente su celular—. Y tiene miles de seguidores también. Mucha gente mira sus videos sobre peinados y maquillaje, y compran sus productos. ¡Debe ser millonaria! —Tamara suspiró—. Quisiera ser como ella. Probablemente tenga una vida muy emocionante.
—Tal vez sí, pero recuerda que la fama y la fortuna no son todo lo que aparentan, hija —indicó su madre—. Las personas ricas y famosas tienen problemas, al igual que el resto de nosotros, y algunos tienen vidas muy difíciles.
En poco tiempo estaban disfrutando un almuerzo en la orilla del lago.
—Este lugar se ve tan bello —comentó mamá antes de dar un mordisco a su sándwich de pollo—. Miren qué azul se ve el lago.
—Pero en realidad el agua no es azul —declaró papá—. El lago está reflejando el cielo azul. —Después de comer, fueron a caminar en la naturaleza—. Parece que va a llover —señaló el padre cuando notó las nubes que se acumulaban en el cielo—. Será mejor que nos vayamos.
Cuando subieron en el automóvil, mamá apuntó el agua.
—Miren cómo se ve el lago ahora.
—¡Guau! Ya no se ve tan bonito —dijo Tamara—. Ya no es azul, es gris. ¿Qué le hizo cambiar tanto?
—El agua sigue reflejando el cielo, pero ahora está lleno de nubes —explicó papá.
—Eso me recuerda de lo que estábamos conversando en el automóvil —expresó mamá—. No es malo que seamos ricos o famosos, pero si ese es nuestro propósito principal en la vida e idolatramos a las personas que tienen dinero o fama, nuestras vidas se verán nubladas y grises. Pero si vemos a Jesús para encontrar nuestro valor y propósito, nuestras vidas reflejarán Su belleza. Él murió en la cruz y resucitó para salvarnos, tanto a los ricos como a los pobres. Todos necesitamos el reflejo de Su amor y Su paz en nuestras vidas.
KATHERINE R. ADAMS
REFLEJA A JESÚS
VERSÍCULO CLAVE: JUAN 10:10
YO [JESÚS] HE VENIDO PARA QUE TENGAN VIDA, Y PARA QUE LA TENGAN EN ABUNDANCIA.
¿Tu vida refleja la belleza de Jesús? Puede que creas que tener mucho dinero o seguidores te dará la vida que deseas, pero la Biblia dice que conocer a Jesús es la única manera de tener una vida rica y satisfactoria. Si todavía no Lo conoces como tu Salvador, confía en Jesús hoy mismo. (Haz clic aquí para que conozcas las Buenas Nuevas que Dios tiene para ti). Y después deja que la belleza de Su amor, Su gozo y Su paz se refleje en tu vida.
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