Realmente blanco
—¿Puedo abrir los huevos? —preguntó Penélope mientras su mamá comenzaba a batir la mantequilla con el azúcar.
—Claro que sí —le contestó mamá, y mientras la niña agregaba cada huevo, ella lo mezclaba con la masa de las galletas—. Ahora debemos agregar harina, bicarbonato y sal.
—Yo puedo hacerlo —dijo Penélope. Cuidadosamente midió la harina en un tazón, después agregó el bicarbonato y la sal. Entonces miró el tazón y se sorprendió—. Creí que la harina debía ser blanca.
—Para mí se ve blanca —opinó su madre.
—Pero mira —señaló Penélope—. El bicarbonato y la sal están encima de la harina y son realmente blancos. Hacen que la harina se vea casi gris.
—Es verdad —afirmó mamá mientras mezclaba los ingredientes—. Hija —indicó después de un momento—, si te dijera que la harina es como nosotros y el bicarbonato es como Dios, ¿qué pensarías que quiero decir?
Penélope se quedó pensando un momento.
—Pensaría que no tiene sentido lo que dices —contestó con una sonrisa.
Su madre sonrió también.
—Cuando vi juntos esos ingredientes y me di cuenta de la diferencia en el color, se me ocurrió que muchas veces creemos que somos personas decentemente buenas. Pero, en comparación con lo que Dios dice, no nos vemos tan bien.
—Creo que lo entiendo —aseguró Penélope—. Comparada con el bicarbonato, la harina no es tan blanca. Y si nos comparamos con la forma en que la Biblia dice que deberíamos vivir, no somos buenos para nada.
—Correcto —declaró mamá mientras ponía cucharadas de masa en la bandeja para hornear—. La única persona que ha vivido según los estándares de la Biblia fue Jesús, el Hijo de Dios. Él vivió una vida perfecta, después murió para tomar el castigo por nuestros pecados. Cuando confiamos en Jesús, Él reemplaza nuestro pecado con Su justicia, es decir, Su bondad, y nos hace puros antes los ojos de Dios. Si este bicarbonato pudiera convertir toda la harina de este tazón en un blanco puro, eso sería parecido a lo que Jesús hace por nosotros.
—Estas galletas me harán acuerdo de eso —expresó Penélope, metiendo la bandeja en el horno—. Entonces debo comerlas, ¿verdad?
Su madre rio y le dio un golpecito cariñoso.
Pauline Youd
SOLO JESÚS DA LA TALLA
VERSÍCULO CLAVE: 2 Corintios 5:21
AL QUE NO CONOCIÓ PECADO, LO HIZO PECADO POR NOSOTROS, PARA QUE FUÉRAMOS HECHOS JUSTICIA DE DIOS EN ÉL.
¿Cómo se compara tu vida con el estándar que Dios nos ha dado en la Biblia? ¿sientes que das la talla? ¿O sabes que tu vida es como la harina de esta historia, más gris que blanca? Solo Jesús da la talla ante el estándar de Dios. Cuando confías en Él como tu Salvador, Él te purifica del pecado y te hace bueno a los ojos de Dios. (Haz clic aquí para que conozcas las Buenas Nuevas que Dios tiene para ti).
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