Raíces profundas
—¡Mamá! —gritó María mientras lanzaba la puerta después de entrar—. Ven a ver mi rosa. ¡No está creciendo! —La niña tomó la mano de su madre y la guio hacia donde habían plantado las flores. Ahí apuntó un rosal debilucho y a punto de marchitarse—. ¿Por qué mis rosas no crecieron? —preguntó María—. Las tuyas, sí.
El hermano mayor de la niña oyó sus gritos y salió a investigar.
—Mamá te dijo que las raíces debían estar en tierra profunda para que pudieran crecer fuertes, ¿recuerdas? —le dijo Diego—. No sembraste tu rosal lo suficientemente profundo.
—Por la forma en que se ve el rosal, me parece que Diego tiene razón —afirmó mamá.
—¿Quieres sembrar el rosal a una mayor profundidad ahora? —preguntó el hermano mayor con la pala en la mano—. Yo te ayudo. Todavía podrá sobrevivir, ¿verdad, mamá?
—Creo que sí —contestó su madre.
Cuando sembraron en rosal a una mayor profundidad, mamá dio golpecitos en la tierra con delicadeza.
—Muy bien —señaló—. Esto le ayudará a crecer. Y ya es hora de que ustedes, niños, estudien sus lecciones del club de Biblia. Los cristianos también necesitan tener raíces profundas, ¿sabían? Debemos estar arraigados firmemente en el Señor.
Diego sonrió.
—Por eso nos haces estudiar nuestras lecciones y aprender versículos de la Biblia, ¿verdad? —preguntó—. ¿Y por eso vamos a la iglesia?
Mamá sonrió.
—Podrías decirlo así —explicó—. Cuando pasamos tiempo en la Palabra de Dios y aprendemos más sobre Jesús y lo que Él ha hecho, tenemos la oportunidad de tomar alimento espiritual y desarrollar raíces más fuertes y profundas en nuestro entendimiento del amor de Jesús por nosotros —ella abrazó a cada uno de sus hijos—. Estoy tan feliz de ver cómo ambos empiezan a florecer. Es obvio que el Espíritu Santo está trabajando en sus vidas y les está ayudando a crecer en su fe. Puedo darme cuenta de que sus raíces en el Señor se están haciendo más fuertes.
María se sacudió la tierra de sus manos en su pantalón y luego formó un círculo con sus brazos.
—¡Soy una flor! —declaró—. Una hermosa flor —ella sonrió a su hermano—. ¿También eres una flor, Diego?
El hermano mayor rio.
—No sé qué tipo de planta soy, solo sé que mis raíces están creciendo más profundamente en Jesús.
HAZEL W. MARETT
QUE TUS RAÍCES CREZCAN PROFUNDAMENTE EN CRISTO
VERSÍCULO CLAVE: COLOSENSES 2:7
[ESTÉN] FIRMEMENTE ARRAIGADOS Y EDIFICADOS EN ÉL Y CONFIRMADOS EN SU FE, TAL COMO FUERON INSTRUIDOS, REBOSANDO DE GRATITUD.
¿Sabías que el Espíritu Santo ayuda a los cristianos a crecer para que estén cada vez más arraigados en Jesús? Cuando estudiamos la Biblia y oramos, a solas y con otros creyentes, Jesús nos alimenta con Su verdad y Sus promesas. Cuando permanecemos en las Buenas Nuevas de Jesús y descansamos en quiénes somos en Cristo, nuestras vidas serán cambiadas y creceremos para ser cada vez más parecidos a nuestro Salvador. Aprovecha las oportunidades para aprender más sobre Jesús y pasa tiempo con Él, para que tus raíces puedan crecer más profundamente.
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