¿Quién hizo qué?

Delia suspiró mientras se sentaba en las gradas de la entrada de su casa, con la mirada perdida en el espacio.

—¿Qué pasa, hija? —le preguntó su padre, dejando por un momento la manguera del jardín.

—Hay una niña en mi clase, Ramona, que dice que Dios no existe —respondió Delia—. Le dije que sí existe, pero ella me dijo: «Pruébalo», y no supe cómo hacerlo. No podemos ver a Dios, entonces, ¿cómo puedo probárselo?

Papá asintió.

—Es posible que no puedas probar la existencia de Dios de una manera que ella quede satisfecha, pero hay cosas que ella podría ver que quizá la convencerían de la verdad. Ven conmigo.

Delia se puso de pie y siguió a su padre a la casa. En el comedor, él apuntó al mantel bordado.

—¿Quién hizo esto?

—La abuela lo hizo —respondió Delia.

—¿Y quién hizo el guisado que está en el horno? —preguntó papá—. ¿Quién lo puso ahí?

—Mamá lo hizo —contestó Delia.

El padre asintió y tomó el dibujo de una flor que estaba pegado en la puerta del refrigerador.

—¿Quién hizo esto?

Delia sonrió.

—Yo lo dibujé en la clase de arte.

Papá sonrió.

—No importa qué cosa apunte en esta habitación, alguien tuvo que hacerla, ¿verdad?

—Sí —afirmó Delia.

El padre llevó a su hija nuevamente afuera y le dijo que mirara a su alrededor.

—¿Qué ves?

—Veo pajaritos en los árboles —comentó Delia—. Y una abeja en una rosa roja. Y veo el pasto, el cielo y el sol que brilla.

—¿Y aparecieron por sí solos o alguien los hizo?

—Alguien los hizo —respondió Delia—. ¡Dios los hizo!

—Sí, así es —aseguró el padre—. Todo lo creado tiene un creador. Incluso las cosas hechas con las manos humanas comienzan con los materiales que Dios creó. Una forma en la que sabemos que Dios existe es que nuestros ojos ven las cosas que solo Dios podría hacer. La belleza y la complejidad de la naturaleza y de nuestros propios cuerpos apuntan a Su existencia y Su amor por nosotros.

—Le contaré de eso a Ramona —indicó Delia.

—Puede que no cambies su forma de pensar, pero esperamos que le dé algo en qué pensar —expresó papá—. También puedes orar por ella y pedirle a Dios que le ayude a ver que Él es real y que la ama —el padre dio un codazo cariñoso a su hija—. Puedes pedirle al Señor que te ayude a ser una buena amiga con ella, para que pueda ver Su amor también en ti.

Delia sonrió.

—Está bien, papá. Así lo haré.

SUZANNE DALY

LA CREACIÓN APUNTA HACIA DIOS

VERSÍCULO CLAVE: SALMO 19:1

LOS CIELOS PROCLAMAN LA GLORIA DE DIOS, Y EL FIRMAMENTO ANUNCIA LA OBRA DE SUS MANOS.

¿Conoces a alguien que no cree en Dios? A pesar de que no puedes hacer la gente crea en Dios, puedes apuntar a la verdad que Él existe y que los ama. La Biblia enseña que Él es el Creador del universo y que Él nos ama tanto que envió a Su Hijo, Jesús, para salvarnos del pecado. Apunta a otros a la grandeza de Dios que es evidente en Su creación y deja que Su amor sea evidente en ti.