¿Qué estás mirando?
—¿Qué haces, Teo?
El niño dio un brinco del susto mientras rápidamente cambió de ventana en su computadora.
—Nada, papá, solo estaba buscando algo para mi tarea.
Su padre lo miró con curiosidad y después dijo:
—Bueno, la cena casi está lista. Ven a poner la mesa.
Los dedos de Teo temblaban mientras hacía clic para salir de las ventanas de su computadora. Su corazón latía a mil por hora cuando fue a ayudarle a su papá.
Todo parecía estar normal durante la cena, pero él todavía se sentía nervioso y se preguntaba qué habría visto su padre. Después del devocional, el niño empezó a irse, pero papá lo detuvo.
—Oye, hijo, ayúdame a lavar estos platos, ¿bueno?
Teo trató de actuar con naturalidad.
—Claro, papá.
Él tomó una toalla y, para su sorpresa, el padre tomó un plato, lo hundió en agua con jabón y lo puso frente a Teo, sin realmente lavarlo. Luego volvió a hundir otro plato en jabón y lo puso encima del primero. El niño finalmente tuvo que decir algo.
—¡Papá! ¿Qué haces? ¡Esos platos no están limpios! Tienes que quitarles la comida.
—¡Oh! ¿En serio? Unas manchitas de comida no nos harán daño. Enjuágalos y sécalos —él siguió pasando los platos sucios.
—¡No podemos comer en platos sucios, papá! Tienes que lavarlos —Teo puso los platos nuevamente en el agua jabonosa.
—Tienes razón —el padre limpió el plato y se lo entregó a Teo—. ¿Así está mejor?
—¡Sí! ¡Al fin! ¿Por qué hiciste eso?
—Bueno —explicó papá—. Creo que también tienes que hacer una limpieza. Vi lo que había en tu computadora.
—¿Sí lo viste? —Teo suspiró—. Lo siento. Mi amigo estaba viendo unos sitios malos y me mostró. La primera vez solo vi un par de minutos, pero luego seguí regresando para ver otra vez.
—Hijo, cuando miras sitios web de ese tipo, eso se puede convertir en una adicción que es difícil de romper, créeme, lo sé.
Teo miró el piso.
—No quiero mirar, pero tengo miedo de hacerlo de todas maneras.
Papá puso su mano en el hombro de Teo.
—Te buscaremos ayuda, hijo. Y puedes también pedirle ayuda a Jesús. Él te ama tanto que murió por ti, y siempre te perdonará cuando peques. El Señor te ayudará a cambiar tu comportamiento. Confía en que Él te ayudará a apartarte de las cosas pecaminosas y a enfocarte en las cosas buenas que Él ha puesto en tu vida.
ROBYN MULDER
TEN CUIDADO CON LO QUE MIRAS
VERSÍCULO CLAVE: SALMO 101:3
NO PONDRÉ COSA INDIGNA DELANTE DE MIS OJOS.
¿Miras cosas que no deberías? La internet tiene muchas cosas buenas que ofrecer, pero también tiene muchos sitios que son malos. Si te has metido en el hábito de mirar sitios malos, conversa con un adulto y busca ayuda, antes de que se convierta en una adicción. Dios nos dice que pensemos en las cosas que son verdaderas, nobles, justas, puras, amables y admirables, es decir, las cosas que encajan con la nueva vida que Jesús nos ha dado. Confía en que el Señor te ayudará a fijar tu mente en las cosas buenas.
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