Pruébalo

—¿Quieres venir a la iglesia conmigo esta semana, Fernando? —le preguntó Tobías, quien estaba pasando el día en la casa de su primo—. En mi clase de escuela dominical estamos estudiando la vida de Jesús, ¡y creo que te gustará mucho!

—No —balbuceó Fernando—. No me gusta la iglesia.

—¿Cómo sabes? —preguntó Tobías—. Nunca has estado allí.

—Solo sé que no me gustará, eso es todo. Vayamos a ver qué hay para cenar —Fernando guio el camino a la cocina, donde el niño espió por encima del hombro de su madre—. ¡Tortitas de salmón! Qué delicia

Tobías frunció el ceño y luego se sintió avergonzado cuando se dio cuenta de que su tía se había dado cuenta.

—¿No te gustan las tortitas de salmón, Tobías? —le preguntó su tía Carmen.

Tobías negó con la cabeza.

—No, realmente, no.

—¿Las has probado? —preguntó la tía Carmen.

Nuevamente, Tobías negó con la cabeza.

—Entonces, ¿cómo sabes que no te gustan? —preguntó Fernando.

Tobías se encogió de hombros.

—Simplemente lo sé, eso es todo.

Fernando torció los ojos.

—¡Las tortitas de salmón son deliciosas! Pero no te preocupes, si no las quieres, yo me como las tuyas.

—Antes que te las comas, creo que Tobías realmente debería probar una —sugirió la tía Carmen.

—Sí, pruébalas —insistió Fernando—. Puede que te gusten, Tobías.

El niño comenzó a protestar, pero se detuvo de repente.

—Está bien, tú ganas —dijo con una sonrisa—. Probaré una tortita de salmón.

—¡Qué bien! —Fernando chocó el puño con su primo—. Sé que te gustará.

Cuando se sentaron a cenar, Tobías cortó un pedazo de su tortita de salmón. Lo puso en su boca y masticó lentamente.

—No está mal —fue su veredicto. Y comió feliz el resto—. ¡Creo que quiero un poco más! —la tía Carmen sonrió y le pasó más tortitas—. ¿Saben? Esto me recuerda a un versículo que aprendí en la iglesia —dijo Tobías mientras se servía otra tortita—. Dice: «Prueben y vean que el Señor es bueno». La Biblia nos dice que, cuanto más conocemos a Jesús, Él nos mostrará cuán bueno es y cuánto nos ama. Por eso me encanta la iglesia, es un lugar para aprender más sobre Jesús con otras personas que también han visto Su amor y bondad —él sonrió a su primo—. ¿Bueno?

Fernando lo miró pensativo.

—Está bien, entiendo lo que dices —admitió—. Mamá, ¿puedo ir a la iglesia con Tobías esta semana?

BARBARA J. WESTBERG

DEJA QUE DIOS TE MUESTRE CUÁN BUENO ES ÉL

VERSÍCULO CLAVE: SALMO 34:8 (NTV)

PRUEBEN Y VEAN QUE EL SEÑOR ES BUENO; ¡QUÉ ALEGRÍA PARA LOS QUE SE REFUGIAN EN ÉL!

¿Alguna vez has rechazado una invitación para ir a la iglesia porque pensaste que no te gustará? Si ya vas a la iglesia, ¿pones atención y aprendes todo lo que puedas acerca de Jesús? La próxima vez, ¡pruébalo! Escucha la lección y las canciones, y piensa en ellas. Si tienes alguna pregunta, hazla. Una vez que empieces a aprender sobre Dios y de cuánto te ama, ¡vas a querer conocerlo más y más!