Promesas cumplidas

—¿Miriam? ¿Por qué estás acostada en la playa? —preguntó su madre al momento que salía y se sentaba junto a su hija—. Está oscuro afuera.

Miriam se volteó para ver a su mamá; lágrimas bajaban por sus mejillas.

—Oh, chiquita —su madre la abrazó—. ¿Por qué estás llorando?

—Papá prometió que vendría a verme hoy, pero nunca llegó —la niña sollozó.

Mamá la abrazó otra vez.

—Lo siento, corazón. Lamento mucho que tu papá no haya cumplido su promesa.

—Las promesas son absurdas —opinó Miriam mientras se alejaba de su madre y se secaba las lágrimas de las mejillas.

Mamá suspiró.

—Es muy difícil que las personas cumplan promesas. Todos comentemos errores. Pero hay alguien que cumple todas las promesas que hace.

—¿Quién? —preguntó Miriam.

—Dios. De hecho, él le hizo a Abraham una promesa que recuerdo al estar aquí esta noche —la madre tomó un puñado de arena—. Dios le prometió a Abraham que sus descendientes serían tantos como las estrellas en el cielo y los granos de arena en la playa.

—Creo que sí recuerdo esa historia —comentó Miriam—. ¿Él y su esposa son los que tuvieron un bebé cuando eran muy viejos?

—Sí, ese fue Abraham. Tuvo que esperar mucho tiempo por un bebé. Y después que Dios le dio un hijo, le pidió a Abraham que sacrificara a ese hijo. Abraham iba a hacerlo, pero Dios lo detuvo y le dijo que había sido una prueba para ver cuánto confiaba en Dios.

Miriam se mordió el labio.

—¿Dios cumplió Su promesa?

—Sí, Abraham tuvo muchos, muchos descendientes. El rey David era uno de ellos y la Biblia dice que Jesús mismo es un hijo de Abraham —mamá sonrió—. A través de Su promesa de bendecir a Abraham con muchos hijos, Dios también cumplió otra promesa. Él prometió que enviaría un Salvador para rescatar a Su pueblo.

—¡Jesús! —exclamó Miriam—. Esa historia sí la sé. Jesús vino como un bebé y creció para morir por nuestros pecados.

Mamá asintió.

—Dios envió a Jesús para morir pro nuestros pecados y luego lo resucitó de entre los muertos. Si confiamos en Jesús, Él promete que siempre estará con nosotros y que pasaremos la eternidad a Su lado. Y Dios siempre cumple Sus promesas.

KIMBERLY BROKISH

DIOS SIEMPRE CUMPLE SUS PROMESAS

VERSÍCULO CLAVE: 2 CORINTIOS 1:20 (NTV)

PUES TODAS LAS PROMESAS DE DIOS SE CUMPLIERON EN CRISTO CON UN RESONANTE «¡SÍ!».

¿Alguna vez alguien ha roto una promesa que te hizo? Quizá fue un amigo, uno de tus padres o un maestro. No se siente bien cuando alguien rompe una promesa, ¿verdad? Dios nunca romperá una promesa. El Señor promete amarnos, ayudarnos y estar siempre con nosotros, y Él nos envió un Salvador para que podamos pasar la eternidad a Su lado. ¡Qué gran promesa!