Problemas de audición

—Hoy vino una niña nueva a nuestra clase de la escuela dominical —contó Josefina mientras ponía la mesa para el almuerzo—. Su nombre es Laurel y es sorda. Ella lee los labios.

Mamá asintió.

—Conocí a su madre. Su familia se mudó hace poco —ella puso un plato de vegetales en la mesa—. Justo la semana pasada leí un artículo que decía que varios millones de personas en nuestro país son totalmente sordas o no pueden oír tan bien como deberían.

—Nando no oye tan bien como debería —Josefina le mostró una sonrisa pícara a su hermano—. Solo escucha cuando quiere. Oye perfectamente bien cuando alguien menciona el postre, pero no parece escuchar cuando alguien menciona las tareas que debe hacer en casa.

Nando le devolvió la sonrisa pícara.

—¡Mira quién habla!

—Creo que todos hemos sido culpables de eso una que otra vez —confesó su padre—. Eso se conoce como audición selectiva, cuando solo oímos lo que queremos escuchar —él empezó a servir agua en los vasos que estaban sobre la mesa—. Tristemente, algunos de nosotros, que tenemos una audición muy buena, somos sordos de otra manera… somos sordos espiritualmente.

—¿Sordos espiritualmente? —preguntó Josefina—. ¿Qué significa eso?

—Significa que no escuchamos ni entendemos lo que Dios dice —explicó papá—. Él invita a todos a confiar en Jesús para que sean salvos, pero muchas personas no parecen escucharlo. En la Biblia, Dios habla de Su amor por nosotros, de los peligros del pecado, y cómo podemos tener el regalo del perdón y la vida eterna a través de Su Hijo, Jesús. Muchos de nosotros quizá escuchemos estas palabras con nuestras orejas, pero no las entendemos con nuestros corazones. Es como si estuviéramos sordos a lo que el Señor nos dice.

—Aun los cristianos tienen problemas para escuchar las palabras de Dios y obedecerlas —indicó mamá—. A pesar de que confiamos en Jesús, a veces no queremos oír lo que Él nos dice a través de la oración, de leer la Biblia y al reunirnos con otros cristianos. Parece que hemos dejado de escuchar, especialmente si tenemos miedo de oír algo de parte de Dios que no nos guste.

—Supongo que eso sería como eso que dijo papá que somos culpables —opinó Nando—. Audición selectiva.

—Correcto —afirmó su padre—. Gracias a Dios, que es paciente con nosotros cuando no escuchamos y da a cada cristiano el Espíritu Santo para abrir nuestros oídos a Su voz.

PHYLLIS I. KLOMPARENS

ESCUCHA SIEMPRE A DIOS

VERSÍCULO CLAVE: SALMO 85:8

ESCUCHARÉ LO QUE DIRÁ DIOS EL SEÑOR.

¿Eres sordo espiritualmente o te cuesta escuchar a Dios? ¿Estás ignorando lo que el Señor dice en la Biblia sobre cómo puedes ser salvo del pecado al confiar en Jesús? Si confías en Jesús, ¿estás descuidando los hábitos espirituales que te ayudan a oír lo que Él quiere decirte sobre tu vida, como la oración o ir a la iglesia? Confía en que Dios te ayudará a escucharlo mejor, para que puedas oír, entender y obedecer.

Clave de Hoy
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