Postre sorpresa

Arlo se metió a la boca un bocado de su pastel de carne.

—Hoy aprendimos sobre el cielo en la escuela dominical —comentó—. Pero hay algo que no entiendo. Sé que se supone que el cielo será maravilloso, pero no me parece tan grandioso. ¿No va a ser aburrido caminar en una calle de oro, cantando himnos todo el tiempo?

—Estoy seguro de que haremos más que eso —opinó su padre.

—Eso es lo mismo que dijo el señor Domínguez —Arlo suspiró—. La Biblia no nos dice mucho, ¿verdad?

—No —respondió papá—, pero lo que sí sabemos es que será un lugar maravilloso y hermoso. Y la mejor parte es que al fin estaremos con Jesús.

—Así es —afirmó su madre—. A veces es difícil entender lo grandioso que será, pero piensa en lo feliz que te sientes cuando ves a tus abuelitos cuando los visitamos. Ver a Jesús será mucho mejor.

Arlo comió el último pedazo de su pastel de carne.

—Me pregunto por qué Dios no nos dice más de cómo será el cielo.

—Para empezar, sería imposible para nuestras mentes entender todas las cosas buenas que Él tiene planeadas para nosotros, pero sí sabemos que Jesús hará nuevas todas las cosas algún día y nos dará cuerpos que nunca se van a enfermar ni morir —su padre miró a su hijo Félix, de cuatro años—. Termina tus zanahorias, hijo. Estamos casi listos para el postre.

—¿Qué hay de postre? —preguntó Félix mientras atravesaba con su tenedor una zanahoria.

Mamá simplemente sonrió.

—Es una sorpresa, pero te prometo que te encantará.

—¿Puedo comer mi postre ahora, mamá? —preguntó Arlo.

La madre negó con la cabeza.

—Esperemos hasta que Félix esté listo —dijo en voz baja—. Es su favorito. Si lo ve, se emocionará tanto que no querrá comerse las zanahorias.

Pocos minutos después, estaban todos disfrutando de unas barras de malvavisco y chocolate.

—Pensé en otra razón por la que Dios no nos dijo exactamente cómo será el cielo —anunció Arlo con una sonrisa—. Si lo supiéramos, probablemente nos emocionaríamos tanto, que no podríamos enfocarnos en lo que Dios desea que hagamos ahora en la tierra.

—Al igual que Félix no podría terminar de comer sus zanahorias si sabía qué postre estaba por llegar —declaró mamá—. ¡Solo debemos confiar en que pasar la eternidad con Jesús será mejor de lo que podríamos imaginar!

SHERRY L. KUYT

EL CIELO SERÁ MARAVILLOSO

VERSÍCULO CLAVE: SALMO 16:11

• EN TU PRESENCIA HAY PLENITUD DE GOZO; EN TU DIESTRA HAY DELEITES PARA SIEMPRE.

¿Alguna vez te has preguntado cómo será el cielo? La Biblia nos dice algo sobre el cielo, pero en realidad no sabremos lo que Dios tiene preparado para nosotros hasta que lleguemos allá. Pero, a pesar de que no sabemos exactamente cómo será el cielo, ¡sí sabemos que todo será perfecto porque vamos a estar con Jesús! Allá estaremos completos y llenos de gozo porque estaremos con Él. Anhela ansiosamente el pasar la eternidad con Jesús, y ayuda a que más personas conozcan sobre Él, para que puedan también estar con el Señor para siempre.