Poder quokka

—¡Cielo, ven a ver este video!

—Mamá, estás gritando —dijo Cielo al entrar en la cocina—. ¿Es otro video de gatitos?

—No, es un animal que no había visto antes, una quokka.

Cielo miró el video de un adorable marsupial peludo y rio.

—Parece una mezcla entre un oso, un ratón y un canguro, ¡pero tiene el tamaño de un gato!

Después del video, mamá y Cielo investigaron algunos datos sobre los quokka.

—Solo viven en Australia —indicó la madre—. ¡Y pueden sobrevivir de la grasa almacenada en sus colas hasta por un mes sin comida y agua!

El celular de mamá sonó y ella hizo una pausa para contestarlo. Cielo notó que su madre parecía molesta durante la conversación telefónica.

—¿Quién era? —preguntó Cielo cuando su madre cerró la llamada.

—La reparación de nuestro automóvil costará mucho más de lo que creían originalmente. Entre esto y la situación con la que tuve que lidiar la semana pasada…

Mamá tomó un trapo y comenzó a limpiar los platos mientras murmuraba para sí misma.

—¿Mamá? Me preguntaba… ¿has tenido acceso a tu poder en este día?

Su madre hizo una pausa de la forma en que ferozmente fregaba los platos.

—¿A qué te refieres?

—¿Has leído tu Biblia u orado hoy? Cada vez que paso por un momento difícil, tú me recuerdas que tengo que depender del poder de Dios… y una de las mejores formas de hacerlo es hablando con el Señor y leyendo Su Palabra.

Mamá dejó a un lado el trapo y sonrió.

—Tienes toda la razón, hija. Gracias por el recordatorio. Permití que muchas cosas me distrajeran hoy y no me he tomado el tiempo de estar con Jesús. Cuando me tomo el tiempo para escuchar Su voz, Él pone todo en la perspectiva correcta, incluso las cosas difíciles.

—Si lo piensas, mamá, nuestras vidas como seguidoras de Jesús puede parecerse a la de los quokkas. Ellos dependen de la grasa almacenada en sus colas para que los sustente, y nosotros podemos depender de la Palabra de Dios guardada en nuestros corazones.

Su madre asintió.

—Cuando leemos y recordamos la verdad de la Biblia, Jesús nos alimenta espiritualmente y nos recuerda que podemos confiar en Él. ¡Ahora mismo me voy a engordar con la verdad de la Palabra de Dios!

Cielo hizo una mueca.

—A ver, ¡ahora sí te estás portando muy raro!

SAVANNAH COLEMAN

DEPENDE DEL PODER DE DIOS PARA TOO

VERSÍCULO CLAVE: MATEO 4:4 (NTV)

[JESÚS DIJO:] “LA GENTE NO VIVE SOLO DE PAN, SINO DE CADA PALABRA QUE SALE DE LA BOCA DE DIOS”.

¿A dónde acudes como tu fuente de poder? Si eres un hijo o hija de Dios, Él promete que tienes todo lo que necesitas para la vida (2 Pedro 1:3). Él es nuestra fuente de fuerzas, y la Biblia nos recuerda esa verdad. Cuando Jesús tenía hambre y estaba cansado en el desierto, y Satanás fue a tentarlo, Jesús permaneció firme en la verdad de la Palabra de Dios. La próxima vez que te sientas desanimado, permite que las palabras de Jesús te ayuden a recordar que dependas de Su poder.