Pies hermosos

—¡Detesto mis pies! —exclamó Mariana—. Son demasiado grandes.

—¡No es verdad! —respondió Elina, su hermana mayor—. Eres alta, así que necesitas pies más grandes para que te sostengan cuando camines —ella sonrió—. A mí me parece que tus pies son hermosos.

Mariana rio.

—Gracias. Quisiera que todos pensaran igual. A veces los niños se burlan de mis pies.

—Bueno, solo porque algunas personas crean que los pies más pequeños son más bonitos no significa que tengan razón —opinó Elina—. Pero sé que sus palabras todavía pueden herirte, y las opiniones de las personas también pueden ser hirientes de otras maneras. La gente en China solía decir que solo los pies pequeños eran hermosos, y las niñas se envolvían los pies tan apretadamente que no podían crecer.

Mariana frunció el ceño.

—¿En serio hacían eso?

—Sí, hace mucho tiempo —le contó Elina—. Era muy doloroso, y las niñas no podían usar sus pies como se debe. Leí un libro que contaba una historia sobre una mujer china, cuyos pies fueron envueltos cuando era muy pequeña y casi no crecieron. Cuando fue mayor, tuvo que ser cargada a muchos lugares debido a que sus pies eran demasiado delicados como para caminar en un suelo difícil o incluso desigual.

Los ojos de Mariana se abrieron por la sorpresa.

—¡Eso es horrible!

Elina asintió.

—Pero ¿sabes una cosa? La mujer de esa historia aprendió después de un tiempo que sus pies eran hermosos, no por su tamaño, sino por otra razón.

—¿En serio? —preguntó Mariana—. ¿Qué razón era esa?

—Bueno —dijo Elina—. La mujer se hizo cristiana. Después se casó, y ella y su marido se hicieron misioneros para su propio pueblo: los chinos.

—¿Y? —le apuró Mariana cuando Elina hizo una pausa.

—¿No te das cuenta? Esta mujer estaba usando sus pies para expandir las Buenas Nuevas de Jesús, ¡y la Biblia dice que las personas que hacen eso tienen pies hermosos! —explicó su hermana mayor.

—¿Dónde dice eso en la Biblia? —Mariana quería saber.

—En algún lugar de Romanos —indicó Elina—. El punto es que usar tus pies para contarles a otros sobre Jesús los hace hermosos. Dios nos dio pies para que podamos usarlos y la mejor manera de hacerlo es salir al mundo y compartir el mensaje de que Jesús murió por nuestros pecados, para que podamos tener paz con Dios.

Mariana miró nuevamente sus pies y sonrió.

—¡Entonces quiero tener pies grandes y hermosos!

JEAN A. BURNS

CUENTA A LAS PERSONAS ACERCA DE JESÚS

VERSÍCULO CLAVE: ROMANOS 10:15

¡CUAN HERMOSOS SON LOS PIES DE LOS QUE ANUNCIAN EL EVANGELIO DEL BIEN!

¿Cómo te sientes acerca de tus pies? ¿Crees que son hermosos? Tus pies fueron creados con amor y cuidado por Dios, y Él desea que los uses. Cuando llevas las Buenas Nuevas de Jesús a otros y compartes el mensaje del maravilloso regalo que Él ofrece a cualquiera que confíe en Él, estás usando tus pies para ayudar a otras personas para que sepan que pueden ser salvas y tener vida eterna. ¡Y la Biblia dice que eso hace que tus pies sean hermosos!