Pecado eliminado
—¡Dame mi suéter rojo, mensa! —gritó Berta mientras perseguía a su hermana gemela por las gradas—. ¡Siempre estás agarrando mis cosas!
—¡Este suéter no es tuyo, bobita! Es mío —respondió Sabrina—. ¡El tuyo está en la ropa sucia!
La niña corrió alrededor de la mesa de la cocina, aferrada con fuerza al suéter. Su hermano, Renzo, dibujó una sonrisa traviesa en su cara.
—¿Quieren oír cómo suenan? —el niño aplastó un botón en su celular y en un segundo las gemelas oyeron sus propias voces gritándose la una a la otra—. ¿No creen que la tecnología es maravillosa? —opinó su hermano—. Esperen a que mamá oiga esto.
—¡Oh, por favor, Renzo! No le hagas oír a mamá —rogó Berta.
Pero era demasiado tarde. Su madre llegó a ver de qué se trataba tanta conmoción y Renzo reprodujo el audio.
—¡Mamá! Dile a Renzo que elimine ese audio —le pidió Sabrina.
—No te gusta oírlo, ¿verdad? —preguntó la madre—. Bueno, a nosotros tampoco.
—Hagamos una cosa —sugirió Renzo—. Si se dicen palabras amables la una a la otra por los próximos minutos, eliminaré el audio. ¡Vamos! ¿Quién será la primera en decir algo bueno?
Las niñas pusieron mala cara, pero hicieron lo que su hermano les dijo. En pocos minutos todos se echaron a reír porque las gemelas se pusieron a competir para ver quién decía palabras más amables, haciéndose halagos por todo, desde el color de sus uñas a la forma en que tocaban el piano.
—Está bien —dijo Renzo—. Ya cumplieron con su parte del trato. Eliminaré el audio.
—¿Saben, niñas? —comentó mamá—. Renzo eliminó sus palabras crueles y enojadas de su celular, pero no olviden que Dios ya las oyó. Él escucha cada palabra que decimos… incluso conoce nuestros pensamientos.
—¡Sí! —afirmó Renzo—. Y eso no se puede eliminar, ¿verdad?
—De hecho, la Biblia dice que, cuando Dios nos perdona por las cosas malas que hemos hecho, es como si nuestros pecados fueran eliminados —aseguró su madre—. Jesús tomó el castigo por nuestros pecados para que pudieran ser borrados. Por lo que hizo Jesús, podemos ser honestos con Dios sobre las cosas malas que hemos hecho. Él ya las sabe y nos ha perdonado —mamá miró a las gemelas—. Y podemos también pedirles perdón a las personas que hemos ofendido, y confiar en que el Señor nos ayudará a tratar a los demás con amor y bondad.
Las dos niñas se miraron mutuamente.
—Perdóname —expresaron.
Berta sonrió.
—Tal vez Renzo debió haber grabado esto en lugar de lo otro.
—¡Yo lo pensé antes que tú! —exclamó Renzo, sosteniendo en alto su celular.
BEVERLY KENNISTON
DEJA QUE JESÚS BORRE TU PECADO
VERSÍCULO CLAVE: HECHOS 3:19
ARREPIÉNTANSE Y CONVIÉRTANSE, PARA QUE SUS PECADOS SEAN BORRADOS.
¿Te gustaría borrar alguna cosa mala que hayas dicho o hecho? ¿Quieres que Dios perdone tus errores y nunca más volver a pensar en ellos? Confiésale tu pecado a Dios y confía en la obra de Jesús en la cruz. Debido a que Jesús murió por tus pecados, Dios siempre perdonará y eliminará cada cosa mala de tu vida. Confía en Él para que borre tu pecado y te ayude a reemplazar tus palabras y acciones hirientes con amor y bondad.
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