Nunca estamos solos

Cielo se sentó en las gradas del porche de su casa. El sol brillaba en un cielo despejado, pero en lo más profundo de su ser, la niña sentía como si una nube negra flotara sobre su cabeza. Ella miró a Trapito, su nuevo cachorrito marrón, lo cargó y lo abrazó.

En ese momento, su padre, quien servía en el ejército, llegó a la casa.

—¿Qué pasa, mi calabacita? —le preguntó mientras se sentaba junto a su hija—. Te ves como si no tuvieras un amigo en el mundo.

—Es que… me pregunto qué va a pasar —confesó Cielo—. ¿Y si…? —la niña dudó—. A veces quisiera que no estuvieras en el ejército. ¿Y si te transfieren a otro país? Me sentiría muy sola si te fueras lejos.

—Entiendo cómo te sientes; yo también me sentiría muy solo —admitió papá—. Pero ¿recuerdas cómo oramos y hablamos sobre cómo Dios cuida de nosotros, sin importar dónde estemos? —Cielo asintió y su padre le dio un abrazo—. Donde sea que me envíen, Jesús está conmigo y también está contigo, con tu mamá y con tus demás hermanitos. Él murió y resucitó para darnos vida eterna, y podemos confiar en que Él estará con nosotros y nos cuidará, pase lo que pase.

Cielo suspiró.

—Lo sé.

Papá miró al cachorrito que descansaba tranquilo en el regazo de Cielo.

—Piensa por un minuto en Trapito —le indicó—. ¿Recuerdas que se sentía muy solo los primeros días que estuvo aquí?

Cielo asintió.

—Lloraba mucho porque extrañaba a su madre, especialmente en la noche, cuando nadie le ponía atención —la niña enterró su cara en el cuello peludo del perrito.

—Pero le diste tanto amor que Trapito aprendió a depender de ti, y ahora está feliz de estar con nosotros —papá estiró su brazo para acariciar al cachorro—. Si tu perrito te importa tanto, ¿no crees que somos mucho más importantes para el Señor? —Cielo asintió y suspiró—. Y así como Trapito confía en que cuidarás de él, podemos confiar en que Dios hará lo mismo por nosotros —agregó su padre—. Puede que no siempre nos guste todo lo que pasa, pero podemos confiar en que Jesús estará con nosotros y nos dará la fuerza que necesitamos para seguir adelante.

MARILYN J. SENTERFITT

DIOS SIEMPRE ESTÁ CONTIGO

VERSÍCULO CLAVE: 2 TIMOTEO 4:17

EL SEÑOR ESTUVO CONMIGO Y ME FORTALECIÓ. 

¿Ha pasado algo en tu vida que ha hecho que te sientas solo? La lectura bíblica de hoy fue escrita por el apóstol Pablo y cuenta de una vez que lo metieron en la cárcel. Dice que nadie se quedó con él ni lo ayudó, todos lo dejaron solo. ¡Pero Dios no lo abandonó! Dios se quedó con él y le dio fuerzas, y hará lo mismo por ti también. Jesús te ama tanto que dio Su vida para salvarte, y nunca te abandonará ni te dejará solo.

Clave de Hoy
0 replies

Leave a Reply

Want to join the discussion?
Feel free to contribute!

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *